martes, 24 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 37 de 41. Terminamos con los 88 y casi entre nosotros.

Empezamos el primer día del último bloque con un sol deslumbrante y el tradicional desayuno de los campeones. Bajamos a las terrazas sabiendo que cada vez nos queda menos para volver y tenemos que aprovechar lo máximo posible. Aunque la semana pasada terminamos la forma de 88, hoy hemos dedicado el día a revisar los puntos difíciles, a introducir diferentes tipos de entrenamiento y energías, jugar con las distancias, pequeñas luxaciones, velocidades, variaciones, realizar bucles entre pequeñas partes de la forma, trabajar los distintos puntos puente para ir a distintas partes de la forma y finalmente, el 88 mix… la pieza maestra del entrenamiento que abre la puerta al combate libre de taijiquan. Consiste en poder responder con cualquier movimiento de la forma la energía que manda el compañero sin tener que ser necesariamente el que correspondería por secuencia. El resultado es una forma nueva e improvisada cada vez, realmente auténtica en función de lo que está pasando. Un trabajo de lo más interesante y con muchas posibilidades. Estoy deseando hacerlo metiendo en la mezcla las 5 secciones.

Por la tarde después del entrenamiento fuimos a hacer compra de regalos, que se nos echa el tiempo encima y algunos todavía no hemos comprado nada (por algunos quiero decir yo), pero el mercado de artesanos ya estaba cerrado, así que tendré que buscar un momento otro día a la hora de la comida.

Subida de escaleras, cena… espaguetis con mayonesa por quinta vez (María se está relajando mucho últimamente), charla, peli, entrenamiento antes de acostarnos y a la cama.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que poquito os queda!

Eso del 88 mix... me preocupa, es con secuencia y ya me cuesta, lo de improvisar ni te cuento.
Es una faena que María tenga tan poca variedad de menú, yo creo que os está castigando.

Anónimo dijo...

Ya casi te veo en la lejanía, allí me parece ver que asoma un poquito de tu cabeza... qué bien que en una semanita te vemos, aunque también qué pena, por lo mucho que lo estás disfrutando... y porque se acabará el cuaderno de bitácora!!!!

Y cuando vuelvas... que Dios se apiade de nosotros! por mi parte no sé si seré capaz de seguir el ritmo que nos querrás imponer!

Anónimo dijo...

Yo ya no se que decir. Estoy agobiada y encima cuando el maestro esta a punto de regresar me meto otro castañazo de esos de los mios con los patines que hacen época. Si vieraís mi pierna alucinariaís, pero que nadie se haga el longis esta tarde que hay clase.

¡Mariconadas las justas!