domingo, 1 de noviembre de 2009

Dichos populares y grandes lecciones


¿Cúantas veces en los entrenamientos nos quedamos en blanco? Si, vemos al maestro realizar un movimiento, nos explica que partes del cuerpo se mueven, a que ritmo o que energía hay que poner en cada miembro. Nosotros lo vemos y lo entendemos pero ya sabemos de antemano que eso no nos saldrá bien hasta dentro de unos... ¿meses?

El maestro, que por algo tiene ese título, te mira la cara y sabe por lo que estás pasando, e imperturbable y con un sereno tono de voz, te anima a seguir entrenando diciendote:

"Cortando cojones se aprende a capar, ale, ponte a practicar"

sábado, 10 de octubre de 2009

Empujandonos


Relájate. Yo estoy aquí para sostenerte, pero aunque lleve tu peso, eso es lo que me hace poder aguantar la posición y casi siento que eres tu quien me mueve a mi. Mantenerte ahí es lo que me da aliento para seguir junto a ti. Tú te mueves y yo, no te sigo, yo ya estoy ahí contigo. Rodamos, nos movemos sobre nosotros mismos, nos exploramos. Intentamos llegar hasta lo más profundo de nosotros, atrayéndonos y capturándonos. Y de pronto, nuestros centros están conectados, por un instante, con tan solo visualizarlo y un pequeño movimiento de mi dedo, te vences sobre mí entre sudores que emanan por la emoción de haber alcanzado la plenitud, tus dedos de los pies se estiran y te mueves con nervios como entre espasmos. Y, sonriéndome, me cuentas que todo ha salido perfecto.





¡¡Guarretes!!

(Sacado de www.lasavecu.blogspot.com)

jueves, 4 de junio de 2009

¡¡SE LO QUE HICISTEIS EN PERUGIA!!: "the making of"

*De izquierda a derecha, el niño, el maestro y la niña burbuja n junto a la catedral de la Piazza IV Novembre

*Arriba, las añoradas escaleras del Maestro







*Típica callecita medieval de Perugia.









*Ejemplar de mini-metro perugiano





*CAPITULO II: “paseando por Perugia”

Como Pepe no había escatimado en ningún tipo de detalle -excepto en lo de las habitaciones dobles, claro-, nuestro hotel se encontraba ubicado, estratégicamente, a kilómetro y medio del Estadio Olímpico; por lo que en cuestión de 7 minutos, tenías la posibilidad de plantarte en la propia puerta del recinto deportivo. Eso sí, existía la probabilidad de que el tiempo se doblase en función de la suerte que uno tuviera a la hora de elegir el camino adecuado. Unas veces el niño estaba más inspirado y llegábamos antes y, otras, sus percepciones, directamente proporcionales a su estado de aletargo, tardaban un poquito más en ser descodificadas y llegábamos más tarde. Pues bien, el amable recepcionista del frikie- museo en el que nos hospedábamos había estado informándonos ampliamente “sobre Perugia y sobre sus encantos”, así como de la disponibilidad de un curioso medio de transporte, el mini-metro, que cruzaba gran parte de la ciudad y que permitía alcanzar el centro de la misma de manera rápida, cómoda y divertida. Así que, aquella tarde, decidimos aparcar el superbuga en parking del Estadio y localizar la parada de mini-metro más próxima ¡Mamma mia, en mi vida había visto una cosa igual! –juzgad vosotros mismos por la foto-. Era como una especie de rulot espacial que se movía grácilmente a través de un ingenioso sistema de poleas gigantes. Y…. ¡quam grande fue nuestra sorpresa al montarnos en aquel curioso artefacto!: el interior estaba completamente pintado de rojo y gualda….¡los colores de la bandera española! En aquel momento comprendimos que los astros nos eran favorables y que aquello podría significar una señal divina o que, simplemente, el señor que había inventado este extraordinario artilugio móvil era un español y que, por eso, en homenaje al mismo, lo habían decorado así. Subiendo y bajando por las vías toscanas de la capital de Umbría cual cochecillos por la montaña rusa, alcanzábamos el delicioso ambiente familiar y universitario de la misma. Y, a pesar de que en aquel momento el hambre y la necesidad comenzaban a causar estragos en el interior de nuestros esbeltísimos cuerpos, la convicción marcial nos mantenía en pié y hacía que continuásemos paseando ensimismados por aquellas encantadoras callecitas medievales, repletas de restos etruscos, romanos, godos….Todo emanaba historia, arte, y uno no podía dejar de concentrarse en cada uno de los múltiples detalles que adornaban sus edificios, sus arcos y, cómo no, sus empinadas escaleras -sobre todo el maestro que, a raíz de sus estancia en México, había desarrollado una extraña fijación por estas últimas y, cada vez que veía unas, emitía, con una leve vocecilla nostálgica, algo así como “mis escaleras…”-. Y mientras una libraba batallas contra Agripa y sus legiones romanas en su mente fantasiosa, la hermanita mayor no paraba de apretar compulsivamente el botón de disparo de su mega-cámara fotográfica. “Que si mira esta gárgola que mona, que si este león tiene cara de pringao- pasmao, ¿habéis visto lo que le está haciendo la cabra al dragón…. –¡ea!, esto no os lo cuento, dadle rienda suelta a vuestra imaginación calenturienta-, ¡ostras que balcón con ropa colgando más chulo!, ¡mira, hermanita, ahí tienes otro con ropa interior de lujo!” Por fin, caminando por una de las calles principales del foro, la Corso Vanucci, tropezábamos con los efluvios de una pequeña pizzería que tenía como dependienta a una mamma de las de toda la vida, de las de “Casa Di Mamma”. Al entrar, la fornida mujer nos sonrió de oreja a oreja y rápidamente pasó interrogarnos sobre nuestra procedencia, gustos…, ofreciéndonos el mejor sitio de su local; un balconcito encantador con vistas a la Toscana, por el que corría una suave brisa mediterránea, y que estaba custodiado por una par de voraces y toscas palomas, siempre al quite de lo que pudiera caer por ahí. La cosa estaba bien pensada, porque con aquella pareja de torcaces grises uno se ahorraba muchísimo tiempo en barrer, lo cual te permitía dedicarle más tiempo a eso de trabajar la masa “pa arriba, pa abajo, voltearla, pa arriba pa abajo”…. Después de deleitarnos con varias porciones de exquisita pizza italiana y de que nuestros estómagos volvieran a cogernos cariño, nos despedimos de la mamma y proseguimos nuestro camino por la calzada principal hasta llegar a la Piazza IV Novembre, donde se encuentra la fastuosa catedral de Perugia y cuyas escaleras sirven de punto de encuentro de numerosos estudiantes, de jóvenes y de sus tribus urbanas y por qué no, de algún que otro homeless -¡anda, como en Peñuelas-, para hacer públicamente lo que han venido realizando, desde tiempos inmemoriables, sus antepasados los romanos, la tertulia. Ya, de vuelta, compramos una pequeña muestra del producto típico de esta ciudad, el chocolate. Nos montamos en el mini-metro y…subiendo y bajando cual cochecillos por la montaña rusa llegábamos al parking y, de ahí, a la puerta E del recinto deportivo. Ésta última estaba vigilada, celosamente, por un tipo calvo con pintas de portero Kosovar de discoteca ¡Con la ilusión que teníamos nosotros en acompañar al coach a su reunión de las siete con maese Lucciano Furvi! Naturalmente, el acceso nos fue denegado –¡vamos, cualquiera se atrevía a discutirle nada aquel individuo con facciones de buldog-. Pasó el maestro y la hermanita mayor, el niño y la niña burbuja se quedaron en la calle escaneando al personal que iba aglomerándose poco a poco en la entrada del Estadio con miradas desafiantes: ¿nuestros supuestos rivales? Jugábamos a averiguar quién participaba en qué. Los de Turquía, autobús y medio, y Azherbayan, otro tanto de lo mismo, daban miedo, por nuestro bien apostamos que la intención de aquellos cachalotes era la de competir en Sanda o algo así. Los de Francia, de aspecto parecido al nuestro pero más pijo, eran más normalicos, tenían pintas de taichieros o de wushu . Los de Ucrania, también ciento y la madre, venía blindados por una entrenadora con imagen de sargento de campo de concentración soviético. No tardamos en bautizarla con el apelativo de “cruella”, pero eso es harina de otro costal que ya comentaremos más adelante. La verdad es que en aquel momento una especie de sensación de pánico, de nervios y de emoción contenida comenzó a apoderarse de nuestros esculpidísimos cuerpos; las mariposas no paraban de revolotear y no había forma humana de controlarlas, ni con cambios de peso, ni con pasifloras, ni con chin-na. Y eso que esto suponía sólo el principio, la entrega de nuestras acreditaciones como atletas. Lo verdaderamente duro estaba por llegar. A los tres cuartos de hora, más o menos, sobre blanco y ¡habemus maestro! El laoshi salía sonriente y con una óptima impresión del organizador del campeonato, “maese Furvi”, y de su mujer, Serena. Giuliano Fulvi era un hombre bajito y enérgico, de aspecto afable y bonachón, que contaba con una gran escuela de artes marciales en Perugia y del cual comenzamos a sospechar que había alcanzado el don de la obicuidad. Todos, hasta el último de sus discípulos, colaboraban en los preparativos del WORLD KUNFU WUSHU CHAMPIOSHIP, por lo que era muy normal verlos ejercer de multifunciones : de atletas a vendedores, de montadores a árbitros, de artistas en el espectáculo a camareros. Sin duda, integraban un excelente equipo.
La entrega de acreditaciones contribuyó a intensificar aun más ese sentimiento emotivo y de pánico: ahí estaban nuestros DNI de atletas; con la foto, con el número de serie y con la bandera española homologada. Teníamos que hacerlo lo mejor posible, representar a nuestra escuela y a nuestro país con el máximo honor. Regresamos al frikie- museo y, crecidos por esa sensación híbrida que nos acompañaba al igual que nuestra sombra, decidimos entrenar un pelín en el mini-gimnasio del hotel, para después cenar y acostarnos. El día no daba ya para más, levantados desde las tres de la madrugada hasta las once y media de la noche, caímos exhaustos en nuestras mini-camas de la cuarta planta.

************TO BE CONTINUED**********************


miércoles, 27 de mayo de 2009

¡¡SE LO QUE HICISTEIS EN PERUGIA!!:" the making of"












*CAPÍTULO I: “descubriendo la Toscana”

Llevábamos varios meses estudiando a conciencia la logística de este viaje. Sí, todo estaba preparado para que nuestra delegación hiciera su intervención estelar en el estadio olímpico de Perugia como se merecía; en honor a nuestro maestro, a nuestra escuela y a nuestro país:

*1) Listado de las conjuntaciones especiales (pre y post- a-porter-campeones) Aprendetaichí -el año que viene nos van a patrocinar los de embutidos “El Pozo”- que la selección española tendría que lucir obligatoriamente cada día de los cuatro que estuviese allí.
*2) Equipo especial multimedia, para el desfile y el campeonato, dotado de la más sofisticada tecnología punta, más dos banderas españolas homologadas.
*3) Finos y originales kimonos bendecidos y confeccionados a mano por las monjicas de Toledo.
*4) Espadas de metal labradas por los mismísimos monjes de Shaolin –José ya es uno de ellos y se ha hecho fuerte con su espacio en el metro de Callao-.
*5) Botiquín de mis primeros auxilios compuesto por las magníficas agujas mágicas e invisibles del maestro, capaces de engañar a la máquina de cualquier control de policía del mundo. Y la media botica acarreada por la niña burbuja y su mini bolsa de viaje.
*6) Un tal Pepe Tours, que nos esperaba en el aeropuerto de Barajas para organizarnos la travesía como tenía que ser, como a campeones.

Eran las 4,30 de la madrugada cuando, entre bostezos, legañas y ojeras, lográbamos reunirnos con el maestro en la zona de facturación de Airtalia y, sin más ceremonias, pasábamos al momento foto, con la intención de que nuestra inmortalizada imagen fuese enviada ,de forma inmediata, a la “central de prácticas de Reiki para campeones de Ángel Bedia” –¡gracias, Ángel, dio resultado!- ¡Y yo que creía que a esa hora no volaba ni su padre y que el avión prácticamente iba a ser nuestro….¡Infelices!, iba hasta arriba de lugareños que regresaban a sus casas de La Toscana. Es entonces cuando comenzamos a adivinar lo duro que iba a suponer el hecho de dominar aquel extraño idioma latino… Pero amigos, los de Aprendetaichi de Peñuelas están preparados para eso y mucho más –vamos, lo de la torre de Babel una mariconada a nuestro lado-Y ya, desde sus primeros pasitos por la puerta de embarque, nuestra hermanita mayor, nuestro maestro, e incluso el niño, denotaban una cierta fluidez en el manejo de tan arduo idioma toscano, emitiendo palabras tales como “pronto, eco el aqua, grache mile, bona sera, bon yorno”. La emoción por aterrizar en aquella tierra extranjera era tal, que el hecho de haber dormido apenas tres horas –bueno, el niño no-, de haber ingerido unos tristes doowaps en los asientos de la A32 -bueno, el niño no, su mamá le había hecho unos sandswiches de chope- , o de un triste “cafuchino dulche o salato” en el avión, hacía que nos olvidásemos de nosotros mismos para centrarnos en un sólo objetivo: poner una pica en Perugia. Dos horas y media de vuelo en el que no se oía una mosca salvo nuestros bonitos y melodiosos timbres de voz –bueno, el del niño tampoco, iba recuperando horas de sueño- y….¡por fin tomábamos pista en el aeropuerto de Fiumicino (Roma)! Gafas de sol y cruce de dedos; recogíamos nuestras maletas sin el menor contratiempo, más el cajón de las espadas perfectamente embalado por el laoshi y, deslizándonos por las cintas mecánicas del Leonardo da Vinci como peces por el agua, llegábamos al stand de Avis para recoger el superbuga que Pepe nos había preparado: ¡guau!, un Fiat punto, o similar, negro con límite de velocidad a 130 y un maletero a prueba del ingenio de los mejores jugadores de Tetrix del país ¡Comienza la partida!: “ que si pongo mí troley aquí, que si no cabe, que te lo pongo allá, que si para el año que viene nos alquilamos una furgoneta….las espadas en el asiento trasero del coche para separar al niño de la niña burbuja y su media tonelada de productos farmacéuticos……”
Como los de Aprendetaichi constituyen un verdadero equipo, siempre eficaz, hasta para montar en “la máquina”. Antes de poner rumbo a la ciudad de Perugia, ya se habían repartido los papeles: maestro- piloto, hermanita mayor- copiloto, niño-GPS y niña burbuja - paquete supervisor. El enigma se encontraba ahora en averiguar cómo diablos se salía de aquel puñetero parking . Estábamos en la 4ª planta y había que salir hacia arriba. ¿Hacia arriba, pero no era hacia abajo? ¡Pues no, oiga, pues no! Resulta que los italianos salen al revés ¿Y qué demonios era la uscita y la salita? Nada, chupao, siguiendo las indicaciones del plano circular de nuestra copiloto y los poderes de adivinación del niño GPS, dimos con la A1, que nos llevaría a Roma –porque allí todos los caminos conducen a Roma- y resolvimos el entuerto en una abrir y cerrar de ojos. Así que al rato, andábamos circumbalando la periferia del foro romano para coger la carretera nacional que nos conduciría hasta Perugia (a 180 Km de Roma). A nuestro antojo, dejándonos llevar por la intuición, por el mapa y por los dones de clarividencia del niño, nos perdimos unas cuantas veces; no obstante, esto nos proporcionó la grata experiencia de poder contemplar y disfrutar de los maravillosos paisajes que comportan la vasta y extensa región de La Toscana. Una región tan prolongada que, cuando llega a otra, como la de Umbría, continua y continua y continua… y todas las regiones de Italia por el noreste son la misma, La Toscana. Con sus campos de amapolas gigantes, de viñedos, de olivos, de girasoles, de hermosas villas de piedra, de lagos inmensos, de castillos encantados y de pueblos totalmente medievales. Uno no puede dejar de contemplar absorto aquella bellísima estampa y, sin más, sin apenas darte cuenta de que el mediodía se ha echado encima, te topas con Perugia , e incluso con el hotel que Pepe te ha reservado gentilmente: el “Hotel del arte”****- como no podría ser otro, claro, dónde si no se van a hospedar unos auténticos artistas marciales-. En la puerta de este centro de alojamiento sólo restaba colocar un cartel que dijese: ¡¡Bienvenidos al museo definitivo del frikie!! Lámparas que son bombillas gigantes, espejos que son señoras con burka, árboles y plantas hechas con retales, o a base de de ganchillo…todo es arte hasta en el gimnasio. La entrada al hotel de la selección española -más selecta que nunca porque sólo éramos nosotros cuatro- fue triunfal. Sin duda, en aquel lugar no esperaban a ningún atleta y sí a dos matrimonios españoles. Esto Pepe no lo había previsto. Por lo que intentaron acoplarnos en dos habitaciones con su correspondiente cama matrimonio en cada una de ellas. La hermanita y yo no le prestamos la menor importancia, pero el maestro quedó horrorizado sólo de pensar en la idea de que tenía que dormir en la misma cama con otro tío durante cuatro noches consecutivas, aunque Sergio tan sólo fuese un niño ¿La solución?, pues que volvimos a bajar a la recepción para que nos cambiasen las habitaciones y…¡ hasta hubo suerte para algunos! Finalmente, nos alojaron en la 4ª planta, que tenía las dobles como Dios mandaba, o sea, con dos camicas separadas. Y a pesar de que con el cambio, las mujeres saliesen más bien perdiendo, pues les fue adjudicada la sauna: una habitación que daba a plena carretera y en la que hacía un calor húmedo insoportable; y los hombres saliesen más bien ganando: la suya era el yacuzzi y daba al interior.
En Italia, los ascensores son muy raros y, no sé por qué, el 0 te lleva siempre al sótano –o nosotros no lo veíamos bien-, pero el caso es que uno tiene que estar muy avispado, o acabas en la planta que no quieres, o te cierran con las puertas en las narices. Aprendetaichi, que cuenta ya en su haber con una amplia experiencia en sufrir fenómenos paranormales, dió Fe de varios de ellos en los ascensores toscanos y allí donde cogían uno, salían por el lado opuesto y viceversa. Era como nuestro entrañable triángulo de Peñuelas, ese que se ubica al lado de la boca de la alcantarilla que hay en la acera , pero en versión italiana.
Después de ordenar minuciosamente las conjuntaciones de rigor en el armario y de dividir los espacios de cada uno –porque ya sabéis que eso para nosotros es superimportante- , decidimos volver a la acción y deambular un par de horas por el centro de la ciudad para echarnos algo al estómago (por cierto, lo de la disciplina marcial nos lo habíamos tomado muy en serio, consiguiendo incluso dominar necesidades tan básicas como comer, ir al baño, dormir… ¡no hay hambre, no hay pipí, no hay sueño, no hay dolor!) y realizar algo de turismo antes de presentarnos en el estadio para recoger nuestras acreditaciones como atletas y de que el maestro tuviera su charla reglamentaria con maese Giuliano Fulvi, organizador del campeonato y comúnmente conocido como Lucciano Furvi.

*********To be continued**********

martes, 12 de mayo de 2009

Animo a los campeones!!!

Muchachos, a darlo todo!!! Ya relatareis vuestras gestas por las tierras de Italia. Haced muchas fotos y recordad: El Lambrusco para cuando termine la competicion, no durante.

Animo!!

domingo, 29 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 42. Se hace camino al andar.

Amanece soleado una vez más en San Miguel. Sin embargo la luz que entra por la ventana tiene menos brillo. El desayuno de los campeones ya no sabe igual. Definitivamente ya casi hemos terminado y eso se puede saborear en el ambiente. El plan del día es bajar por la mañana a la casa de Sam con nuestros trajes de gala y desde ahí ir a un parque a hacer una sesión fotográfica. Andando todos juntos en pijama por las calles de San Miguel, cargados con nuestras armas llama un poco más la atención de lo habitual pero al fin y al cabo esto es un pueblo de artistas y están acostumbrados a ver cosas raras. Sam como un escultor nos va colocando en diferentes poses para reflejar los distintos trabajos del currículum y acaba derivando en fotos de peleas de todos contra él. Simultáneamente en otros lados del parque, entre los alumnos aprovechamos la ocasión para grabarnos haciendo algunas cosas, tomarnos fotos con nuestros compañeros y pasar el rato haciendo risas y recordando batallas.



La mañana pasa rápido y volvemos a la casa de Sam para vestirnos de civiles e ir a comer por ahí y hacer tiempo hasta la sesión de la tarde, para la ceremonia de clausura. Vestidos otra vez de sedas vamos al parque donde nos había convocado a las 3 para hacer una pequeña demostración entre nosotros saliendo solos o con compañero pudiendo hacer cualquier trabajo, no necesariamente parte del currículum que hemos estado trabajando. Pudimos ver por supuesto todo lo que hemos trabajado, pero también algo de 5 Secciones, Xinyi, Estilo del Agua y un par de demostraciones de Sam en mano vacía y en espada bastante espectaculares, sobre todo esta última.


La ceremonia de clausura se realizó siguiendo las tradiciones del país, cerrando el círculo que abrimos al principio. Muchos agradecimientos, sentimientos y buenas intenciones. Una demostración para la santera por parte de Simon y yo, dentro del círculo haciendo la forma de 88, bendiciones y finalmente los certificados. Todos los certificados estaban hechos a mano y personalizados para cada uno de nosotros. El mío tiene la figura de Xuan Wu, el Dios de las Artes Marciales, de pie sobre una tortuga y una serpiente, dibujado con un solo trazo, junto a 10 sellos que representan los 9 trabajos diferentes que hemos realizado y uno más por la consecución del currículum completo del estilo Yang.




A la noche nos fuimos a Tío Lucas, el local donde Bobby Kap toca por las noches a cenar y la experiencia fue algo extraordinario. Había oído muchas alabanzas pero lo que me encontré superó mis expectativas. Es realmente un maestro. Junto con Ken, uno de los invitados habituales a la guitarra y un bajo y un batería, Bobby con su voz acompañado en ocasiones de su harmónica, conseguía que se me pusieran los pelos como escarpias del sentimiento que transmitía. El día fue sin duda intenso como los tres meses que hemos vivido aquí. Lo experimentado ha sido muy enriquecedor y desde luego ha cambiado mi perspectiva del camino a seguir, así que habrá que empezar a andarlo para poder crearlo y será un placer teneros a todos vosotros como compañeros de viaje… pero eso ya es otra historia.


The End.

sábado, 28 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 41 de 41. Todo principio tiene un final.

Esta semana se ha alargado un poco más para cubrir los últimos coletazos de material que quedaban por ver. Ha amanecido soleado, como no podía ser de otra manera para la última clase. Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas cargados con nuestras espadas pues Sam nos avisó ayer de que quería profundizar en algunos detalles… ¡Se presenta bien el día, siempre es bienvenida la espada! Trabajamos media mañana profundizando en un ejercicio que representa las 5 fases de la interacción en una pelea con espada y como integrar esto con los otros ejercicios a pie fijo que habíamos hecho, dando pie al esgrima libre. Ed y yo ya habíamos explorado estos conceptos por nuestra cuenta en nuestras luchas particulares, así que la clase fue especialmente interesante para tomar nuevas ideas, aclarar ciertos conceptos y para que entren más ganas de jugar… No sé si crearé un club de esgrima de taichí cuando vuelva, pero la idea ronda por la cabeza.

La segunda parte de la mañana la dedicamos a algunas variantes en el patrón del dalú y en cómo integrarlo en caso de necesidad en una pelea. Muy interesante… ya veremos cómo le damos aplicación.

A la hora de la comida fuimos a otra taquería y en honor a Marta me tomé unas quesadillas de mole, rajas con crema y picadillo. Después de un poco de descanso, nos reunimos en la casa de Sam para la sesión de la tarde. Nos entregó los últimos manuales y los comentamos, haciendo hincapié en las variaciones que había hecho en las traducciones de los clásicos según su punto de vista sobre otras traducciones conocidas (conocidas para los que leen a los clásicos, del taichí, por supuesto). Y después… examen oral. Que cual es la relación en el entrenamiento de la forma de mano vacía individual y el entrenamiento en parejas de lanza, que qué es lo que falta en el entrenamiento si no se hace sable (a parte del sable), que qué relación hay en el movimiento de doblar hacia atrás de la forma de 88 y las 4 manos explicándolo en el contexto del dalú, que cual es el motivo de presentar la lanza después de la espada y esta después del sable, qué cuales son las relaciones de los 8 métodos básicos de empuje de manos con la forma de 88, que qué aportan los ejercicios de pasos 3-3 y 3-2 al estudio del currículum,… y finalmente un ejercicio de combinación en imaginación de todo el currículum de parejas. Uno describe una aplicación y el siguiente sentado en el círculo tiene que explicar como la manejaría y haría una contra cambiando cada vez de parcela… A esto también habíamos jugado ya bastante Ed y yo, pero físicamente. Tener que hacerlo de cabeza era un poco más difícil y además sin poder planificar, porque no sabías lo que te iba a dejar montado el compañero de al lado.

Ya después de sufrir y sobrevivir al interrogatorio con más gloria que pena, nos quedamos un poco más hablando de la experiencia particular de cada uno durante estos tres meses y lo que han supuesto para cada uno de nosotros, hasta que el hambre nos vence y decidimos volver al sitio de hace un par de noches a tomar más tacos al pastor porque realmente fue algo excepcional. Vuelta a casa con el estómago lleno y a trabajar con el ordenador antes de ir a la cama. Mañana no tenemos oficialmente clase, pero hemos quedado para hacer unas cuantas fotos del currículo y por la tarde tendremos la ceremonia de clausura y entrega de diplomas.

viernes, 27 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 40 de 42. Atando cabos sueltos.

Resumen de ayer y hoy. Dos días soleados iniciados con desayuno de los campeones. Los dos días los hemos dedicado a la lanza por la mañana y al dalú por la tarde. Con la lanza hemos terminado con una introducción con bastante profundidad que nos deja con mucho trabajo para entrenar por nuestra cuenta en establecer unas buenas basas y con información más que de sobra para con tiempo, conseguir un gran nivel en este arma generalmente olvidada por la mayor parte de los practicantes. Lo interesante es que todo el trabajo se basa no en formas, sino en ejercicios por parejas y energías y aplicaciones.

Del Dalú que voy a decir. Sin duda, junto con 4 manos es la perla del estilo Yang si se trabaja adecuadamente. Ya sólo nos queda mañana de entrenamiento completo y el sábado para hacer remates. Ya casi estoy de camino a casa.

Como dato a parte del taichi... ayer tomé posiblemente los mejores tacos que he probado, unos tacos al pastor espectaculares. Tendré que volver antes de marchar.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 38 de 41. Todos contra los molinos de viento.

No sólo amanece soleado sino que las previsiones son de que va a ser el día más caluros de la semana. Después del desayuno de los campeones, bajamos al parque armados con nuestras lanzas para la sesión de la mañana. Aunque trabajamos con esta arma en los primeros bloques, todavía nos queda mucho por aprender y el tiempo apremia. Pasamos la mañana practicando, depurando y mejorando la técnica a través de dos ejercicios por parejas. En el primero los objetivos eran estómago, hombro, pierna y garganta y trabajábamos un tipo de paradas y el segundo era corazón, rodilla, hombro y garganta, con otro tipo de paradas diferentes, más relacionadas con la adherencia. Muy interesante, pero a la vez muy cansado en los brazos, ya que para poder centrarnos más en la técnica, trabajamos un solo lado en la clase.


Al terminar la mañana, subida de las escaleras y nos vamos al mercadillo callejero de los martes, que me todavía no había visitado. Si te imaginas el puesto más cutre del Rastro con los trastos más inverosímiles que piensas que jamás se venderían… ese es una tienda de Serrano comparado con algunos de los puestos de allí. También había muchas cosas de ropa, comida y demás, toda una experiencia cultural. Aprovechamos para comer de tacos en uno de los puestos y aunque Ed no estaba muy convencido por la posibilidad de pillar una diarrea de las que hasta ahora nos hemos librado, la verdad es que estaban buenísimos y de momento no parece haber pasado nada.

En la sesión de la tarde nos centramos en Dalú, ese gran desconocido. El nivel de profundidad en el que nos estamos moviendo es en ocasiones un poco desesperante. Analizamos cada movimiento desde su aplicación y su relación con 4 manos, como una parte de un estudio más general y análisis de teoría de combate. Después de la clase nos vamos casi todos a la casa de los Suspiros, donde viven varios de los compañeros, a celebrar el cumpleaños de Trude.

Vuelta a casa, escribir el blog, un poco de relax y algo de entrenamiento antes de acostarme. Mañana va a ser un día duro seguro.

martes, 24 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 37 de 41. Terminamos con los 88 y casi entre nosotros.

Empezamos el primer día del último bloque con un sol deslumbrante y el tradicional desayuno de los campeones. Bajamos a las terrazas sabiendo que cada vez nos queda menos para volver y tenemos que aprovechar lo máximo posible. Aunque la semana pasada terminamos la forma de 88, hoy hemos dedicado el día a revisar los puntos difíciles, a introducir diferentes tipos de entrenamiento y energías, jugar con las distancias, pequeñas luxaciones, velocidades, variaciones, realizar bucles entre pequeñas partes de la forma, trabajar los distintos puntos puente para ir a distintas partes de la forma y finalmente, el 88 mix… la pieza maestra del entrenamiento que abre la puerta al combate libre de taijiquan. Consiste en poder responder con cualquier movimiento de la forma la energía que manda el compañero sin tener que ser necesariamente el que correspondería por secuencia. El resultado es una forma nueva e improvisada cada vez, realmente auténtica en función de lo que está pasando. Un trabajo de lo más interesante y con muchas posibilidades. Estoy deseando hacerlo metiendo en la mezcla las 5 secciones.

Por la tarde después del entrenamiento fuimos a hacer compra de regalos, que se nos echa el tiempo encima y algunos todavía no hemos comprado nada (por algunos quiero decir yo), pero el mercado de artesanos ya estaba cerrado, así que tendré que buscar un momento otro día a la hora de la comida.

Subida de escaleras, cena… espaguetis con mayonesa por quinta vez (María se está relajando mucho últimamente), charla, peli, entrenamiento antes de acostarnos y a la cama.

jueves, 19 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 35 de 41. Y nos seguimos pegando... Mariconadas las justas

Después de las nubes de la tarde de ayer y el pequeño chaparrón que hubo a la noche, hoy vuelve a amanecer soleado en San Miguel. Ataviado de nuevo con los pantalones cortos y después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas para seguir con esta obra de arte de las artes marciales internas. Un poco de práctica mientras que va llegando todo el mundo recordando los dos lados de la forma que cada vez se hacen más largos y con más información. La mañana se hace larga por el trabajo que tenemos acumulado en las piernas y los brazos, pero con las ganas que tenemos de seguir avanzando se hace más llevadero. Después de unas cuantas luxaciones, golpes de hombro, codo y puñetazos diversos, llego a la conclusión que el Sanshou de 5 secciones es una maravilla… pero como punto de partida. Al lado de esta forma parece el Sanshou de Pin y Pon. Así entre epifanías y golpes pasamos la mañana.

Subida de las escaleras, comida, descanso y vuelta a bajar para seguir concentrados en la tarea. Seguimos avanzando hasta llegar a las patadas y más golpes de hombro (diferentes esta vez) y terminamos exhaustos pero con ganas de más. Christian, uno de los invitados de la semana que estuvo en España en el último seminario de Sam haciendo de traductor, me pidió hacer un poco de tuishou a lo que por supuesto no me pude negar. Ya molidos del todo, Ed y yo bajamos al centro a hacer un poco de compra para el desayuno de mañana ya que íbamos un poco cortos de existencias. En el camino nos encontramos con una procesión de lo más interesante. La gallina Caponata y unos vestidos de muertos iban escoltando a otros personajes de barrio sésamo, más vestidos de muerto, una geisha , un hombre vestido de mujer con minifalda y top, dos mujeres vestidas con poca ropa y bailando como si estuviesen en el carnaval de Río, diferentes disfraces extraños genéricos y luego una larga fila de gente con cajas en la cabeza en las que iban iconos religiosos, con varias ancianas cantando himnos y cerrando la procesión un gran santo rodeado de flores de plástico gigantes. ¡Toda una experiencia religiosa!

Vuelta a casa con las viandas, cena, charla, algo más de entrenamiento y a la cama, que mañana va a ser un día muy intenso para poder terminar la forma.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 34 de 41. Feliz día de San Patricio.

Nueva mañana soleada en San Miguel, pero algunas nubes acechan por el horizonte. Después del desayuno de los campeones bajamos a las terrazas no sin notar en las escaleras que tengo las piernas un poco más cansadas de lo normal. No sólo acusan el trabajo del entrenamiento con Ed, sino que también me recuerdan que quizá no fue una buena idea empezar ayer la semana subiendo corriendo las escaleras dos veces… pero ya no tiene solución.
Llegamos a las terrazas para seguir con la forma durante toda la mañana, con muchas mejoras en la técnica y descubriendo más secretos escondidos en los movimientos. Poco a poco la mañana fue pasando y las energías descendiendo. Hoy teníamos pensado ir al mercadillo de los martes pero al final pensamos que era mejor quedarse en casa y tratar de descansar, porque íbamos un poco por detrás en lo programado y la tarde iba a ser dura. Así que subida de las escaleras, con mucha calma, comida y siesta de los campeones, con pijama y orinal.

Volvemos a bajar con renovadas energías (sobre el papel, porque en la realidad no teníamos muchas) y a lo largo de la tarde fuimos recuperando el tiempo a la vez que unos nubarrones negros se iban colocando sobre nosotros. Creo que eran nubes por los recuerdos que tengo de haberlos visto en España, porque aquí sólo vemos cielo azul. Declan, irlandés de sangre, vino a la tarde vestido de duende, todo de verde, con el bigote de su frondosa y habitual barba afeitado y regalando monedas de chocolate para celebrar el día de San Patricio. Según la clase se iba acercando al final, los truenos resonaban en la distancia y en el último minuto empezó a chispear. El plan para la tarde de hoy era una clase de cocina mexicana a cargo de Betty, la mujer de Erik en la que yo estuve de traductor. Sopa azteca de primero y de segundo pollo relleno de queso y jamón en salsa de chile poblano o en salsa de flor de calabaza con flan de postre. No tengo palabras para describir las virtudes de Betty en la cocina y lo exquisito que estaba todo. Me llevo las recetas para intentarlo en casa a mi vuelta, esperando estar a la altura.

Vuelta a casa ya tarde y con la tripa llena, trabajar en el blog y repasar un poco las formas antes de ir a la cama, que aunque estemos cansados, al final no podemos dejar de ser unos enfermos obsesionados con el taichí.

martes, 17 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 33 de 41. Empezamos con el Sanshou.

Amanece soleado de nuevo en San Miguel (como siempre). Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas para empezar con la forma de 88 completamente ilusionados. Esta semana se unen a nosotros algunos nuevos compañeros que han venido para trabajar sobre esta forma. Elegimos compañero para pasar todo el entrenamiento y tengo la suerte de estar con Ed durante estos cuatro días. Se supone que tenemos que trabajar en un solo lado, pero los dos estamos con la idea de hacer un poco de trampa y hacer los dos lados, que como ya sabemos la secuencia, podemos tratar de trabajar todos los detalles.

Los primeros movimientos son sencillos, igual que en cinco secciones… pero si son iguales y tengo alguna corrección en los puñetazos, eso significa que también tengo que cambiar mis cinco secciones… ¡mala suerte! Seguimos avanzando en la forma y los movimientos que conocía resultan ser meras caricaturas de lo que realmente son. La profundidad de las energías y las aplicaciones en esta forma resultan formidables. Llega al hora de la comida y me animo a subir las escaleras corriendo… pero sólo tres cuartas partes. El último tramo tiene la misma pendiente que una pared y aunque echando el resto podría hacerlo, queda mucha semana por delante. Comemos, descansamos y volvemos a bajar.

Seguimos avanzando en la forma y de vez en cuando probando con algún otro compañero para tantear diferentes energías. Pasa la tarde con un buen empujón a la forma y más trabajando ambos lados. La cabeza está un poco saturada pero el cuerpo acaba respondiendo de forma automática a las energías. Cuando la clase termina parece que nos hemos quedado con ganas de mas porque algunos de los nuevos compañeros, Ed y yo, nos quedamos haciendo rondas del Sanshou de 5 secciones, que conocemos todos, jugando con diferentes energías y en definitiva pasándolo en grande hasta casi las 7. Subimos a cenar con Christian y Jerry como invitados y vuelvo a subir el mismo tramo de escaleras corriendo, para asentar el entrenamiento. Después de la cena, Simón recibe un masaje de Jerry ya que está pasándolo un poco mal con la espalda, charla, jugar con poco con las espaditas, por si no habíamos tenido suficiente hoy, y a la cama, que mañana va a ser un largo día.

¡¡ESTO NO ES UN CUENTO CHINO!!


*A la derecha, José, monje de Shaoling
practica diariamente sus ejercicios de Chikung camisa de hierro en el metro

*CAPITULO PRIMERO: "la presencia china"













*A la izquierda,Maribel y Marcos en el Polideportivo de Batalla del salado.





Como ya sabéis, todos los sábados quedamos una hora antes de la clase del San Saturio (a las 9:00) para entrenar la forma de 24 en el Polideportivo de Batalla del Salado, cerca de unos jardines que están pegaditos a éste último y que son muy agradables. Pues bien, el sábado antepasado, Sergio se puso indispuesto y cuando llegué a nuestro punto de reunión semanal, Maribel estaba ya calentando sola. Bueno, eso creía yo, que únicamente estábamos las dos, porque en la parte superior de los jardines, nuestra hermanita mayor permanecía bajo la atenta mirada de un individuo de origen asiático y de mediana edad – lo de la edad es un decir, pues todos sabemos que a esta gente resulta prácticamente imposible poder calcularles correctamente la edad; al margen del hecho de que, a pesar de mi corta edad, una va padeciendo ya de algo de presbicia -. Como la power es la power, se ha convertido en una auténtica artista marcial y tiene ojos hasta en el cogote, nuestra hermana si que se había percatado de aquella presencia china y me hizo una ligera señal para que servidora –que normalmente está en FU- se enterase, de una puñetera vez, de que no nos encontrábamos solas. Después de aquel pequeño detalle y como quien no quiere la cosa, porque el hecho de sentirnos observados empieza a ser ya una costumbre diaria en nuestras vidas de artista (tómese como ejemplo a Carmen, la china maestra de la tienda de frutos secos que hay enfrente del aula de Peñuelas, a la que normalmente, y con la excusa de sacar al nieto a tomar el aire fresco, le gusta hacer espionaje industrial al maestro), nosotras continuamos con lo nuestro: “que si crin hacia un lado, que si peinar para el otro, que si no cuento las nubes me hago un lio, ¡jobar con el pubú, la fuerza que hay que tener en las piernas!” Vamos, que al final logramos tener la secuencia entera hasta el primer pubú y, envalentonadas, decidimos hacer la forma completa y del tirón. En esto que Maribel, con ojo avizor, siempre pendiente de lo que acontece a su alrededor, detecta ciertos movimientos en el hombre de rasgos orientales, que nos alertan de que éste viene directito hacia nosotras, eso sí, con una sonrisa esbozada en su cara. A medida que el individuo de raza amarilla se iba acercando, su sonrisa se iba haciendo más y más grande. Cuando llegó hasta nosotras, saludó con la cabeza, como hacen los chinos normalmente y, en un lenguaje medio chino, medio español –bueno, más chino que español- nos dijo que el también practicaba Taichí pero que su estilo era el Chen (la forma de 42 movimientos en concreto). Ni corto ni perezoso, el tío se nos pone a hacer una pequeña demostración que nos deja perplejas -en ese momento, ambas nos acordamos de Sam y de aquella “extraña forma de 5 secciones de manos vacía” con la que nos obsequió al final del seminario de los 37 movimientos- y, acto seguido, clava su mirada en Maribel con una sonrisa todavía más grande que la que traía al principio. Le dice, medio en chino, medio en español, que “en China ha visto a muchos maestros, a mucha gente practicar la forma de 24 Yang, pero que jamás había observado a nadie ejecutarla con tanta brillantez y feeling como a ella. Que, en su país natal, la gente necesitaba practicarla con música para adquirir un ritmo y una continuidad, para conseguir un mayor sentimiento en las secuencias; pero que, sin duda, ella no necesitaba nada de eso, no tenía que ponerle música a sus movimientos porque ella misma era la música. Llevaba el taichí en su interior y eso, amigos míos, es muy difícil “.
Nos preguntó si entrenábamos aquí todos los sábados sobre esta hora y, con una cierta mirada pícara, le pidió permiso a Maribel para poder practicar la forma junto a nosotros. “Quería aprender directamente de nuestra hermanita mayor porque era la mejor forma de 24 yang que había visto hasta entonces”. Maestro, hermanitos, os podéis imaginar lo orgullosa que me sentí de nuestra hermana en ese momento.
Como aquella mañana la cosa iba, indudablemente, de “duelo de titanes”, nos inclinamos por poner el broche final con la Chen de 5 secciones –¡toma ya!, el tío chino, super-controlando Chen y nosotras más chulas que un ocho-. Bueno y ahora os preguntareis: ¿y qué dijo él? Pues…¡volvió a flipar!, le gustó un montón –sobre todo Maribel, claro-. Felicitó nuevamente a nuestra Hermanita Mayor e insistió en la idea de venir a entrenar con nosotros todos los sábados. Era periodista y había venido a trabajar por cinco años a un periódico chino cuya redacción estaba cerca del Polideportivo. Por lo visto, el hombre estuvo enfermo del corazón y su médico le había aconsejado que practicase taichí todos los días como terapia. Asintió con la cabeza, como saludan los chinos normalmente, y nos regaló otra de sus amables sonrisas mientras se despedía, mientras prometía reencontrarse con nosotras al sábado siguiente.



CAPITULO SEGUNDO: “el monje de Shaolin”

Y pasó la semana con su lunes, su martes, su miércoles……y nosotras haciendo porras, admitiendo apuestas de todo tipo: vendrá, no vendrá…. Servidora sabía que, a diferencia de los occidentales, los asiáticos no se comprometen a la ligera, sino que son de palabra; es decir, si van a venir, lo dicen y si no, pues se ahorran las molestias. Las medias tintas no existen para ellos.
Llego el sábado y allí estábamos los tres, “que si crin para arriba, que si el hui-yi –¿eih?- para abajo, que si coge la bola más amplia, ¡jobar con el pubú del revés!” cuando, de repente, allí estaba él, contemplándonos, declarándose fans incondicional de Maribel y de su taichí español; sacando fotos de forma compulsiva –al estilo de sus primos, los japoneses- con esa sonrisa permanentemente esbozada en su rostro.
Como ya existía una cierta confianza, habíamos estrechado incluso las manos e intercambiado números de teléfono y tarjetas, nos atrevimos a intimidar, un poquito más, preguntándole su nombre y pidiéndole permiso para sacarle algunas fotografías con el móvil. Se llamaba Marcos en español, en chino todavía no os lo puedo decir porque es muy difícil. Maribel le animó a que se uniese a nosotros, pero éste estaba todavía pachucho de una rodilla que tenía intención de operarse en Beging (única y exclusivamente para poder volver a entrenar taichí).
Esta semana, Marcos va a publicar un artículo sobre la escuela en su periódico; lo que no sabemos es lo que pondrá porque, naturalmente, estará en chino –a juzgar por el entusiasmo que muestra hacia nuestra hermana, seguro que pondrá cosas muyyyy buenas-. Nos ha prometido traer algunos ejemplares el sábado que viene así que, Maestro, hermanitos, ya nos encargaremos de distribuirlos rápidamente entre vosotros para que podáis echarles una ojeada.
De momento, como primicia os puedo asegurar que la pasión de Marcos por nuestra hermanita y su taichí ha despertado cierta rivalidad, e incluso celos, en José, el cual ha decidido convertirse en monje de Shaoling. Y después de haber recibido sus primeras clases particulares de Kung Fu con los propios monjes (a quienes pudimos ver el otro día en Teatro Gran Vía) ha comenzado a practicar sus ejercicios en el mismísimo metro. Como podréis comprobar en la foto, nada tiene que envidiar a los propios monjes, pues a pesar del bullicio y del continuo trasiego de la gente, José consigue que su chikung camisa de hierro le abstraiga de tal forma que le hace incluso levitar.



************CONTINUARÁ**************







jueves, 12 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 31 de 41. Menuda cena

Otro día soleado en San Miguel. Después de disfrutar del merecido desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas para continuar con la forma larga, que ya se está haciendo larga, larga.

El día transcurre tranquilo entre movimiento y movimiento, incluyendo la tradicional subida de escaleras a medio día y terminamos en las siete estrellas. Ya nos quedamos a nada de terminar la forma (no me lo puedo creer). Después de la clase decidimos ir a cenar comida española. El único restaurante español que conocíamos era uno que también servían comida mexicana, china y japonesa, así que no estaba demasiado convenido pero pensaba darle una oportunidad. Afortunadamente Tony nos contó que él había estado en una Taberna española que tenía muy buena comida. Cuando llegamos allí, resulta que era una taberna Vasca especializada en pintxos… todavía se me saltan las lágrimas al recordarlo. La dueña y cocinera se llamaba Josune (evidentemente con denominación de origen) y estuve un rato charlando con ella antes de empezar la cena. Para beber, un verdejo que me supo a gloria (dos botellas) y para comer… ¡Vete sacando pintxos hasta que digamos basta! Tortilla de patata, pimientos del piquillo rellenos de bacalao, jamón como Dios manda y no esa guarrería cocida, anchoas con alcaparras, solomillo con manchego, chistorra, champiñones al ajillo, espárragos de Navarra con vinagreta… Una sinfonía de sabor al paladar que hizo las delicias de todos los presentes.

Me quedé con las ganas de croquetas pero Josune me contó que no tienen mucha salida en México y que se acaban echando a perder. Al despedirnos, me preguntó si volveríamos antes de regresar a casa y le dije que por supuesto, pero si nos hacía croquetas ¿De que las quieres, de bacalao, de jamón,…? Lo que nos prepares será perfecto. Así que tenemos una cita, gastronómica, por supuesto.



miércoles, 11 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 30 de 41. Sorpresas en la casa

Amanece soleado de nuevo en San Miguel. Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas para continuar durante toda la mañana con la forma de 108. No avanzamos mucho, pero lo detallamos profundamente. Después de una dura sesión de intenso trabajo, volvemos a casa para comer, esperando no tener nuevas sorpresas, y así parece de primeras, la comida está en la mesa, la casa recogida, así que después de comer y descansar, mientras que nos preparamos para salir, veo algo por el rabillo del ojo moviéndose por el salón. En un principio pensaba que era una hoja desplazándose con la corriente de aire, pero al mirarlo fijamente, ¡era un escorpión! Paloma, la próxima vez que te pongas a hacer aspavientos por ver una cucaracha en casa, recuerda que podría ser peor. Después de unas cuantas fotos, comentarios sobre como el ala canadiense de la casa anda con los pies desnudos y consejos sobre revisar los zapatos cada mañana antes de calzarnos, armado con mi sable, hice mi mejor tajo para cobrarme la presa.

Bajamos a las terrazas para la sesión de la tarde en la que continuamos nuestro camino a través de la tercera sección. Al terminar me fui al pueblo para un buen corte de pelo y un afeitado. Cambio de aspecto total ya que hacía años que no me quitaba la barba… bueno, no del todo, me he dejado una pequeña perilla para hacer juego con mi espada. Al llegar a casa (subiendo las escaleras por segunda vez en el día, por supuesto), cena, charla, algo de tele y a redactar el blog, que hay que acostarse.

martes, 10 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 29 de 41. Empezamos la antepenúltima sesión

Otra no solamente luminosa mañana en San Miguel, sino también especialmente calurosa. Hoy, después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas si nuestras sudaderas, ya en manga corta preparados para la acción. Empezamos calentando como ya acostumbramos Ed y yo dando caña con las espadas, en ritmo cada vez más fuerte, tanto que un grupo de lugareños se quedó un rato mirándonos tratando de averiguar si estábamos jugando o estábamos tratando de resolver alguna afrenta a la vieja usanza.

Ya no sólo calientes, sino con algunos arañazos frutos del entusiasmo, empezamos en grupo a repasar la forma mientras que llegaba Sam. El día ha sido largo y estamos ya casi al final de la segunda sección (sólo nos faltan dos movimientos). En medio, subida de las escaleras para la comida con la sorpresa, ya empieza a ser cada vez menos sorpresa por lo habitual, de que María vino sólo un momento por la mañana y nos dejó comida pero no cena, así que cena de sobras, que como sólo sabe cocinar para 12, no nos faltan, charla, un poco de tele y a la cama, que la semana es larga y el cansancio se acumula.
Habreis notado que últimamente estoy haciendo las entradas del blog más cortas. Esto es por dos razones: la primera es que como ahora nos dedicamos sólo a la forma, no tengo muchas cosas que contar, la segunda es que cada día llego más cansado y con menos fuerzas para escribir, pero saber que tengo lectores fieles me anima a hacer el esfuerzo.

viernes, 6 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 27 de 41. Menos mal que los 108 son sólo 37

Otra mañana luminosa y caldeada en San Miguel. Después del desayuno de los campeones, y trabajar el el blog del día anterior (como estoy haciendo hoy) con la taza de café al lado, bajamos a las terrazas y como es habitual utilizo la espada para hacer el calentamiento. Un poco de trabajo libre intercalando las diferentes guardias y ataques y un poco de forma con Truda y Simon. Hoy dedicamos todo el día a la forma de 108. El nivel de detalle con el que trabajamos es impresionante, sobre todo porque no está dedicado a nivel coreográfico sino a los principios que sustentan la postura y generan el movimiento. Un trabajo muy interesante pero en ocasiones frustrante.

El regalo que nos hizo Sam fue unas carpetas hechas a mano personalizadas con los ansiados manuales y hojas de referencia. El material en si mismo tiene un valor incalculable, Sam ha dedicado a estos manuales más del doble de tiempo de lo que está empleando aquí en las clases. Además las carpetas están geniales y nos las firmó a todos.

jueves, 5 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 26 de 41. Empezamos con los 108

Otra soleada mañana en San Miguel. Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas y empezamos a calentar con las espadas, jugando con los ejercicios por parejas y buscando nuevas posibilidades para tratar de hacer una banderilla con el compañero (en vez de guindillas aquí utilizamos chiles). Cuando ya llegaron todos empezamos la clase con los sables, repasando la forma individual y la de parejas. Después de asentar conocimientos, empezamos a trabajar como el grupo a realizar la forma a la vez que Sam leía el poema que describe los movimientos del sable. El problema es que el poema tiene trece versos, así que hay que hacerlo a gran velocidad, pero al final salió genial y a un ritmo que parecía que estábamos en mitad de un combate. Tenemos que grabarnos los “tres amigos” algún día haciéndolo para mandároslo. Terminamos la mañana hablando de las trece energías en el sable y cuales la interacción básica en un combate de sable. Muy interesante, ya tengo ganas de ponerme a dar sablazos en cuando vuelva…

A la tarde (después de la subida y bajada de escaleras) empezamos con la forma de 108. Para mi es el trabajo más frustrante de todo el currículum por la sutileza de los ajustes y los movimientos. Con el resto de lo que hemos hecho hasta ahora, aunque me resultase complicado, siempre lo he disfrutado, sobre todo por estar trabajando en parejas, pero esta es más sobre uno mismo… pero sobreviviré. Después de la clase me volví a quedar con Ed, jugando con las espaditas como dos críos y Sam se quedó un rato con nosotros para darnos algunas variantes de los ejercicios que sabíamos para darle más vida al ejercicio. Un poco de forma de espada para terminar (ya me siento bastante a gusto con la secuencia y las energías) y vuelta a casa, cena, charla y a la cama.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 25 de 41. Vive con un español, muere por la espada

Llevo un poco de tiempo sin escribir. El jueves pasado (día 24 de 41) lo dedicamos a la espada, con más forma y más ejercicios por parejas. El viernes nos fuimos después del entrenamiento de la mañana a unas piscinas naturales con aguas termales a pasar el día, lo que nos vino muy bien para cambiar el chip y relajar el cuerpo. El sábado volvimos a entrenar por la mañana y tarde relajada. El domingo, que ya había vuelto Ed de llevar a su mujer a Ciudad de México al aeropuerto, bajamos a las terrazas donde dedicamos la mañana a trabajo de parejas, especialmente espada con 5 secciones (ya lo echaba de menos) y ejercicios cada vez más ágiles, más energéticos y más rápidos.

El lunes no tuvimos clase, esta semana hemos desplazado los cuatro días un día, así que volvimos a ir a las piscinas de agua caliente a primera hora para entrenar. Después casi un par de horas de trabajo, desayunamos por segunda vez (chilaquiles). Luego nos dimos un baño y para hacer redondo el día un masaje relajante. Comimos, charlamos, vuelta al pueblo, cervezas en un bar llamado olé olé, lleno de cosas taurinas por todas las paredes. Ya agotados por un día largo, nos fuimos a la casa donde los tres nos quedamos dormidos viendo una película.

Ya vuelta al día de hoy, desayuno de los campeones, bajada al parque y entrenamiento con la espada toda la mañana. Terminamos con la forma muy avanzada. Subida de las escaleras (si, por supuesto no hemos dejado de hacerlo en este tiempo), comida, descanso y vuelta a la faena. Mientras que llegaba todo el mundo, Ed y yo volvimos a jugar con las espadas, cada vez más rápido, con más libertad en los pies. Cuando llegó Sam, Ed dijo, si vives con un español, tienes que vivir por la espada a lo que Sam contestó, si vives con un español, morirás por la espada…

La tarde continuó con la forma hasta que por fin la terminamos. Sin duda es una obra de arte, con todas las variantes estilísticas en función de la intención con la que se quiera realizar. Después del entrenamiento me quedé un poco para hacer la forma completa unas cuantas veces para asentar conocimientos, subida de las escaleras, cena, charla y peli y a la cama, que mañana toca repasar sable y espada.

Por cierto, hoy Sam nos ha hecho un regalo muy especial a todos. Mañana quizá hable un poco de el.

domingo, 1 de marzo de 2009

Tai chi en el Mirador del Rio Dulce





Como podéis ver también somos capaces de practicar 4 manos en escalera, aunque nuestras escaleras son un poco mas cortas, pero son unas ”recias escaleras castellanas” y en unas condiciones muy adversas, haciendo un frío de carajo, y con unos buitres volando que parecían muy interesados en lo que estábamos haciendo.
Yo estoy convencida que si Maribel se lo propone hacemos Taichi en la copa de un pino.


jueves, 26 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 23 de 41. Con la espada seguimos, hasta en sueños

Que larga se ha hecho hoy la noche. La he pasado entera haciendo ejercicios con la espada, así que no he descansado nada. A Ed le parece muy divertido ya que la noche anterior, el día que estuvo malo no pudo entrenar por la tarde, se la había pasado haciendo Parcour. Después del desayuno de los campeones en el que he derramado la mermelada por mi ropa y el suelo por la falta de coordinación y el cansancio, bajamos las escaleras esta vez al modo tradicional para dedicar toda la mañana a la forma de espada. Un par de movimientos se me han atravesado pero al final las sensaciones han sido por lo menos decentes. El calor hace también mella y las sombras según va pasando la mañana se hacen más escasas y como siempre pasa en el mercado bajo esas condiciones, también están mucho más cotizadas.

Después de la subida de las escaleras y una comida muy copiosa y un descanso merecido, volvemos a bajar a las terrazas donde nos encontramos a algunos de los compañeros en nuestras mismas condiciones de agotamiento, tratando de arañar os últimos momentos para el descanso. Cuando llega Sam, avanzamos más en la forma durante toda la tarde, teniendo momentos de más inspiración que en la mañana, pero con algunas dificultades momentáneas con algunas de las técnicas y es que cada vez nos volvemos más exigentes con nosotros mismos. Durante la clase una chiquilla anda deambulando, mirando como entrenamos, jugando con la perra de Karin hasta que la sorprenden con la mano dentro de la mochila de uno de los compañeros ¡hay que tener valor para tratar de robar a un grupo armado con espadas a plena luz del día!

Subida de las escaleras, cena, charla y a la cama, que no nos tenemos en pie y mañana va a ser un día más duro con el aliciente de que se esperan 28 grados con una sensación térmica de 33… va a ser un día de pantalones cortos.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 22 de 41. Y llegó la forma de espada.

Hoy nos hemos levantado especialmente cansados. Se ve que la semana de descanso no fue suficiente, sobre todo si te pasas en tiempo entrenando y viajando. Después del desayuno de los campeones, esta vez más frugal por no tener existencias en casa, bajamos las escaleras con la variante de hacerlo practicando 4 manos (creo que lo nuestro raya lo enfermizo). Llegamos al parque y la sorpresa es que empezamos con la forma de espada ¡Ya había ganas! Dedicamos toda la mañana a ese objetivo viendo que en la forma había más chicha de la que me imaginaba. Las energías quedan muy claras en los movimientos y vemos que el trabajo previo en los ejercicios en parejas van dando sus frutos al aplicar los movimientos. Movimientos nuevos, correcciones y más movimientos y así llegamos al final de la sesión.

Subida de las escaleras a paso ligero (no suficiente para considerarlo corriendo, pero manteniendo el ritmo hasta el final). Comida, descanso y bajada de escaleras corriendo, que así es más fácil. Ed no se nos une esta tarde porque no se encuentra bien, mezcla del agotamiento y un resfriado que lleva arrastrando estos últimos días.

La tarde es abrumadora por el contenido y la intensidad del trabajo. Continuamos viendo las 13 energías de la espada con más ejercicios en parejas, abriendo la puerta a la esgrima del taichí completamente libre. Ya sólo falta introducir libertad en las piernas. Después de la felicitación del maestro hacia mi persona porque parece ser que los españoles llevamos el acero en nuestras venas, bajo al pueblo a comprar algo de cena y vuelvo a casa, exhausto, hambriento y con ganas de echarme a la cama. Hoy ha sido un día muy intenso y revelador y no puedo esperar a empezar a trabajar con este material en casa. En cinco años tengo la intención de ser la persona de referencia en espada en España ya que como reza el escudo de armas de la escuela… mariconadas, las justas.

martes, 24 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 21 de 41. Empezamos con la segunda parte.

Regresamos de nuevo al trabajo después de una dura semana de descanso. Me tomaré la licencia de escribir unas líneas sobre a lo que he dedicado este tiempo. La primera parte de la semana estuve en San Miguel, entrenando por las mañanas, trabajando y estudiando por las tardes. La segunda parte, desde el miércoles hasta el domingo me fui de viaje a Xalapa con la mochila al hombro. Xalapa es la capital del estado de Veracruz. Para llegar allí desde donde estoy me llevó un día de viaje, dos autobuses, pasando por Ciudad de México donde tuve que cambiar de terminal de autobuses. En el autobús conocí a una familia mexicana con la que uno de los días salí a cenar y a conocer la cultura. Los otros días me los pasé caminando por la ciudad, conociendo los rincones pintorescos y sobre todo, comiendo porque ya me habían dicho que posiblemente la mejor comida de México la encontraría en Veracruz y no andaban desencaminados. El viaje además de ser una gran experiencia cultural, ha sido toda una sinfonía de sabores para el paladar. Regresando a la realidad el domingo después de 11 horas de viaje, volvemos al entorno de los artistas marciales comprometidos con la causa y ya me centro en el trabajo de hoy.

Amaneció de nuevo soleado en San Miguel y después del desayuno de los campeones, que ahora es de categoría de alevines porque en Xalapa desayunaba la cantidad de una comida completa cada vez, bajamos al parque con nuestras armas al hombro. Después de un poco de charla contando cada uno sus experiencias, empezamos la clase con las espadas. Hoy dedicamos todo el día a ejercicios en parejas trabajando a diferentes alturas y con diferentes técnicas (cortes y estoques) eligiendo en cada zona los puntos más vulnerables y como alcanzarlos mejor a la vez que, por supuesto, aprendíamos las defensas adecuadas mediante posiciones estructurales que nos facilitaban las diferentes guardias. Nuevos patrones con nuevas variantes y cada vez me enamoro más del trabajo de la espada. Simon y yo somos los únicos trabajando con espadas de madera mientras que los demás lo hacen con las de metal, pero alguna ventaja tenía que dar el “Team Europe” a los del nuevo continente para que la práctica sea justa. En la foto se ve la espada de Simon después del trabajo de la mañana. Paramos para comer y subimos corriendo (parcialmente) las escaleras para encontrarnos que María ha vuelto a faltar así que no tenemos comida y tenemos que alimentarnos con sobras, lo que no es muy difícil porque la nevera está llena de ellas. Vuelta a bajar, esta vez a las terrazas y continuamos con las espadas con nuevas energías y con cambios para las diferentes alturas haciendo el ejercicio cada vez más libre y más refinado en la escucha… y sigo enamorándome cada vez más ¡Cómo me gustaría tener un grupo interesado en esgrima de contacto en casa con el que ir avanzando cada vez más en este material (ya está echado el anzuelo).

Después de la clase, dado que no tenemos cena esperándonos ni comida con la que preparárnosla, nos fuimos a cenar al centro. Creía que nada podría superar a la gastronomía de Xalapa pero he de reconocer que lo que cené por lo menos lo igualaba. No recuerdo el nombre pero os dejo una foto… he de decir que pude con todo, eso sí, yendo despacito.

sábado, 21 de febrero de 2009

EspaÑa pais de pandereta, ¡pero que bonico es!

El otro día me pasó algo peculiar en la uni. Mira que este es mi octavo año en este mundo, y pensé que ya había visto de todo, profesores que se dejan copiar, otros que alargan casi media hora su clase, otros que la acortan, otros que suspenden sistemáticamente y algunos que aprueban a todos por que si... pero no, me paso algo extraño.

¿Habéis oído la ley de los 5 minutos?

Parece ser que no en todas las universidades españolas se estila, pero en general, la idea es que si el profe llega 5 minutos tarde (a veces, las más de hecho, se dejan 10 minutillos), los alumnos se levantan como alma que lleva el diablo y nos vamos a jugar al mus y a tomar un tercio a la cafetería.

Y es que así semos en mates almenos, la responsabilidad brilla por su ausencia (y yo que pensaba que eso estaría lleno de cerebritos...), lo dicho, España, país de pandereta (me gusta exagerar, se que no es pa' tanto).

Toooootal, que estaba en clase, pasan 5 minutos, 7, llegan los 9.... el profesor no aparece y ya estoy metiendo cosas en la mochila a ver si los ingleses deciden irse conmigo al pub... ya lleva 12 minutos sin llegar y por fin veo que un inglés se levanta, perooo sin mochila ni nada. No, malos pensamientos se cruzan en mi cabeza... y así es... HA IDO A BUSCAR AL PROFE, así que empezamos la clase un poco más de 15 minutos tarde.

¡¡Como echo de menos mi facul!! Pero que demonios, ahí nunca habría sacado estas notazas.

Ale, a trabajar duro y levantar el país, pero tranquis, que luego los universitarios de hoy en día daremos el callo como corresponde.

martes, 17 de febrero de 2009

Fijate que te se echa de menos!


Han sido 20 dias bitacoreros y ahora, sin tener algo que leer por las manianas (o mediodias o tardes, que uno a veces nunca sabe cuando se va a conectar), pues que me acuerdo de ti y pienso: "que estara haciendo el tio este?"

Ciertamente sabemos que estas pillado y seguro que sigues entrenando, aunque te vayas de escursion, aunque estes comiendo, o mientras esperas en la cola del super. Pero bueno, haces bien, que tienes que mostrarnos que el taichi esta en todos lados (yo sigo trabajando la cadera, los pasos y la cintura todos los dias, a nada que este depie parado, me sale solo), y no hace falta tener al grupillo para seguir practicando (ojala me aplicase el cuento).

Bueno, que supongo que todo te ira mu bien, por aqui las cosas genial, a ver si empollo un rato, que en 3 horitas y media he quedado para la Guiness de los martes.

Ale, un fuerte saludo a todos y, como diria la hermanita mayor: Mariconadas las justas!

viernes, 13 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 20 de 41. Llegamos al ecuador

Por fin llegamos al ecuador del curso y sobrevivimos. ¿a que no adivináis como fue el día? Amaneció soleado (pantalones cortos para hoy), desayuno de los campeones, bajada a las terrazas con nuestras armas al hombro y comienzo de la última clase. Empezamos la sesión con un poco de tuishou terapéutico, tratando de estirar las articulaciones del compañero y masajeando zonas de espalda y brazos. Luego pasamos a un masaje de percusión en grupos de tres, un trabajo muy interesante con el punto de mira en la aplicación marcial, tratando de buscar puntos de contacto penetrando con la palmada lo más posible. Variamos en un segundo ejercicio con golpes más directos, tratando el masajeado de recibir las palmadas en la estructura y con una tercera variante en la que íbamos con un puño relajado, buscando el movernos alrededor del compañero, buscando la línea en la que entrar. Aunque así leído parece un trabajo un poco fuerte, la verdad es que resulto bastante agradable al cuerpo. Una vez controlados los puños, los introdujimos dentro de la secuencia de 4 manos, tratando de generar un tirón que metiese al compañero nuestro puño en el estómago… todo un mundo que explorar con Ed en nuestros juegos en la casa. Luego trabajamos un poco la elasticidad, sobre todo de las piernas y ya estiraditos y ablandados a golpes, finalmente retomamos el trabajo en las espadas. Nuevos ejercicios por parejas que nos llevaron hasta la hora de comer (subida de escaleras, almuerzo y descanso) hasta la sesión de la tarde.

Empezamos el último bloque centrándonos en la mano de la espada secreta viendo como puede equilibrar o soportar el movimiento y seguimos con más ejercicios por parejas, introduciendo las energías de estoque, dian, ci y pi. Ya para terminar Sam nos introdujo algunas variantes para hacer la práctica más entretenida, viendo como desenganchar la espada para variar el ataque y para terminar, nos fuimos de cena para celebrar el trabajo bien hecho estas semanas.
La cena estuvo regada con buenos vinos españoles y como la morriña va haciendo efecto me pedí una tortilla de patata. Como tortilla no estaba mala, pero como las nuestras… no hay nada.
Ya en casa picamos algo más mientras vimos una peli y a la cama, que el día fue largo y mañana hay que entrenar más.

Con esto me despido hasta dentro de dos lunes, que mi descanso debe ser completo. Espero que todo os vaya bien en España y nos vemos el 23.

jueves, 12 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 19 de 41. El día sin imágenes

Como no podía ser de otra manera, ha amanecido soleado hoy también y además más caldeado. Hoy parece ser que va a ser un día de pantalones cortos. Después del desayuno de los campeones, armados con nuestras espadas, pues mantenemos la esperanza de volver a utilizarlas, bajamos a las terrazas para la penúltima sesión antes del descanso… pero por supuesto, Sam estaba ahí para quitarnos la ilusión. Aún tenemos mucho que trabajar en el tuishou con los 8 métodos. Trabajamos algo más sobre los cambios y concretamente en como generar un paso en el compañero, haciéndole avanzar o retroceder, generando también un cambio de mano. Después de dedicarle un buen rato y sentir el progreso en nuestra técnica, Sam nos ofrece otra alternativa. Hasta ahora estábamos trabajando con el brazo de la pierna adelantada, pero ¿y si lo hacemos con el brazo de la pierna atrasada? Aparentemente parece que no va a haber mucho cambio, pero la verdad es que las posiciones son mucho más vulnerables y hay que ser más preciso en la técnica. Esto abre un sinfín de posibilidades para el empuje libre, tanto para tratar de mover al compañero, como para defenderse en posiciones más vulnerables. Como dice Sam, con todo este trabajo nos está dando material para estudiar por nuestra cuenta al menos 5 años… y yo creo que bastantes más.

Subimos las escaleras, pera esta vez no corriendo, que las piernas están qué ya no pueden más. Almuerzo de campeones, descanso y volvemos a bajar con las espadas, que la esperanza es lo último que se pierde. Como no podía ser de otra manera, empezamos la sesión de la tarde con más pasos, esta vez para cambiar de 3-3 a 3-2 cambiando de pierna simultáneamente (ayer sólo cambiábamos de lado o de técnica). Más variantes y al final no parece que estemos haciendo un patrón, sino pasos libres. Y para no dejarnos a medias, además haciendo 4 manos en la parte superior y porque no, ya de paso con los cambios. La tarde sigue pasando y vemos que las espadas no llegan. Nuevas variantes de cambios, más pasos y finalmente… “coger vuestras espadas”. ¡Ya veíamos que no llegaba! El cansancio va haciendo mella y algunos compañeros ya estaban remoloneando un poco en el tiempo de práctica pero al llegar el arma, todos nos animamos. Repasamos un poco las energías de ayer y empezamos a trabajar por parejas con el estoque (dian) y la defensa en el lado interior (peng). Aunque el ejercicio lo conozco, nuevas ideas y energías entran en juego, haciéndolo más interesante. Así pasa volando el rato que nos queda de clase.

Volvemos a subir las escaleras, esta vez más despacio porque tenemos invitadas a hacer gasto de sobras. Parece que María sólo saber cocinar para 12 y en sólo tres días tenemos un excedente tal que podemos alimentar a un ejército. La cena y la velada transcurren tranquilas. Mucha charla acompañada de un café y una vez agotada la tarde, y despedidas las invitadas, como somos unos enfermos, nos ponemos a hacer un poco de empuje libre en el salón. El cuerpo está que ya no puede más, pero sacamos fuerzas de flaqueza para seguir arreándonos un rato más. Más charla para descender la energía y recuperar el aliento y cada uno a su cuarto, que ya sólo queda un día más y parece que sobreviviremos después de todo.

P.D. La foto de hoy no tiene del todo sentido, pero es que hoy no he tomado ninguna y no os quería dejar sin imagen (podeis considerarla parte del desayuno de los campeones), espero mañana no cometer el mismo error.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 18 de 41. Y llegó la reina

Nuevo día soleado, más desayunos de campeones, más bajadas de escaleras… La cabeza sólo puede pensar en la semana que viene de descanso.

Empezamos la sesión de hoy con una versión del juego de la posición más fuerte mucho más simple en estructura pero sin embargo infinitamente más avanzado. Se trataba de entrar en la posición del compañero, buscando una postura que llenase el espacio y tomarlo como si hubiese sido nuestro siempre, pero sin tocar. Asentarnos en nuestra posición y llenar los huecos de manera que el antiguo ocupante del espacio, se encontraba incómodo y empujado fuera de manera que debía salir y repetir el proceso. Toda una estrategia marcial basada no en la agresión, sino en tratar al oponente como si realmente no existiera hasta que el mismo da un paso atrás.

La segunda parte de la mañana la dedicamos a profundizar y asentar los 8 métodos básicos de empuje de manos, cogiendo más soltura en cada uno de ellos y en las transiciones para poder hacerlos todos de seguido, con sus variantes.

Subida de las escaleras, esta vez corriendo un tramo más largo, comida, reposo y vuelta a bajar, esta vez con las espadas, ya que Sam nos ha prometido cambiar de tema… pero empieza la tarde y lo primero que nos pide es que dejemos las armas. Todavía queda mucho por hacer con los pasos 3-3 y 3-2 y los cambios entre ellos, así que trabajando los patrones nos llevamos la mayor parte de la tarde. Cuando ya sólo queda un poco más de media hora para terminar, los alumnos revelados fuimos directamente a por las espadas para ver si mediante la “indirecta”, el maestro cambiaba de tema y dejaba los pasos para otro día. No se si porque realmente tocaba o porque la presión surgió efecto, empezamos a ver las energías de la espada. Como hicimos en el sable, nuestro primer contacto se limita a practicar movimientos básicos y a enlazarlos tratando de conseguir soltura. Como primera experiencia, nos centramos en peng (quebrar), pi (partir), dian (punzar), ci (atravesar) y en sus combinaciones.

Después de terminar la clase, en vez de subir las escaleras, marcho al pueblo en busca de un barbero para cortarme el pelo y arreglarme la barba, cumplida la misión, vuelta a casa, cena, charla, ordenador, peli y a la cama. Cada vez me cuesta más tenerme en pie… pero ya no queda nada para el descanso y las mejoras que estamos consiguiendo son enormes. Con esa idea en la mente, cierro los ojos y espero que mañana sea un gran día, pero más relajado.

martes, 10 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 17 de 41. Un bloque para el descanso.

Este fin de semana ha sido relajado en cuanto a entrenamiento. Las piernas estaban cansadas de tanto paso y sesiones de patadas, así que en general nos lo hemos tomado de manera más relajada. Como cosas especiales, este sábado fue el cumpleaños del maestro. Tuvimos una fiesta tranquila, con banda de mariachis, comida alemana-mexicana, hecha por la suegra de Sam y Truda, tarta y regalo de una artesanía bordada típica de aquí por parte de los alumnos. El domingo Ed y yo, ya con la ansiedad de comida japonesa (Ed disfruta del 70% de descuento a partir de las 7 de la tarde en un restaurante japonés cerca de su casa en Vancuver, que yo tuve la suerte de probar en muchas ocasiones mientras que estuve allí), nos fuimos al centro comercial donde el había localizado un restaurante de dicha nacionalidad. Después de unas sopas de miso no realmente especiales, nos dedicamos a los rollitos de sushi y como no podía ser de otra manera, entre los elegidos estaba el sushi mexicano. Como único comentario diremos que utilizamos el wasabi para refrescar el paladar.

El lunes ha amanecido nublado, ataviados con nuestras ropas de entrenamiento y aparejados con nuestras armas, después del tradicional desayuno de los campeones (no podía ser de otra manera) bajamos a las terrazas para el entrenamiento. Empezamos la sesión con un ejercicio muy interesante en el que debíamos colocarnos en una postura y el compañero nos empujaba desde diferentes ángulos para en primer lugar comprobar que la estructura era sólida y en segundo lugar, aprendiésemos a hacer pequeños ajustes para soportar la energía en función del ángulo. Una segunda variante era estar en una postura neutral y a la que nos empujaban, recoger ese empujón, soportarlo y buscar una postura que permitiese devolver la energía en la misma línea que nos la daban. Una vez calentados con esos ejercicios, retomamos los 8 ejercicios preparatorios de empuje de manos, revisando el ya traicionero nº7 y aprendiendo a enlazar el resto para poder jugar con los patrones sin quedarnos en una técnica concreta.

Termina la mañana con la subida de las escaleras, comida, reposo y vuelta a bajar para la sesión de la tarde. Seguimos en el área temática del tuishou, pero nos centramos de nuevo en el paso cubierto o 3-2, tratando de dominarlo para estar preparados para lo que vendrá. Pasa la tarde y ya van saliendo cosillas interesantes, además de ser capaces de movernos por toda la terraza, haciendo cuatro manos con los cambios. Terminamos la sesión y nos quedamos en el pueblo para hacer algunas compras. Subimos, esta vez en taxi por la mezcla de carga y pereza y después de cenar, nos vemos una peli para relajar las mentes. Un poco de trabajo al ordenador y a la cama, que mañana se presentará duro y las fuerzas cada vez escasean más.