martes, 17 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 33 de 41. Empezamos con el Sanshou.

Amanece soleado de nuevo en San Miguel (como siempre). Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas para empezar con la forma de 88 completamente ilusionados. Esta semana se unen a nosotros algunos nuevos compañeros que han venido para trabajar sobre esta forma. Elegimos compañero para pasar todo el entrenamiento y tengo la suerte de estar con Ed durante estos cuatro días. Se supone que tenemos que trabajar en un solo lado, pero los dos estamos con la idea de hacer un poco de trampa y hacer los dos lados, que como ya sabemos la secuencia, podemos tratar de trabajar todos los detalles.

Los primeros movimientos son sencillos, igual que en cinco secciones… pero si son iguales y tengo alguna corrección en los puñetazos, eso significa que también tengo que cambiar mis cinco secciones… ¡mala suerte! Seguimos avanzando en la forma y los movimientos que conocía resultan ser meras caricaturas de lo que realmente son. La profundidad de las energías y las aplicaciones en esta forma resultan formidables. Llega al hora de la comida y me animo a subir las escaleras corriendo… pero sólo tres cuartas partes. El último tramo tiene la misma pendiente que una pared y aunque echando el resto podría hacerlo, queda mucha semana por delante. Comemos, descansamos y volvemos a bajar.

Seguimos avanzando en la forma y de vez en cuando probando con algún otro compañero para tantear diferentes energías. Pasa la tarde con un buen empujón a la forma y más trabajando ambos lados. La cabeza está un poco saturada pero el cuerpo acaba respondiendo de forma automática a las energías. Cuando la clase termina parece que nos hemos quedado con ganas de mas porque algunos de los nuevos compañeros, Ed y yo, nos quedamos haciendo rondas del Sanshou de 5 secciones, que conocemos todos, jugando con diferentes energías y en definitiva pasándolo en grande hasta casi las 7. Subimos a cenar con Christian y Jerry como invitados y vuelvo a subir el mismo tramo de escaleras corriendo, para asentar el entrenamiento. Después de la cena, Simón recibe un masaje de Jerry ya que está pasándolo un poco mal con la espalda, charla, jugar con poco con las espaditas, por si no habíamos tenido suficiente hoy, y a la cama, que mañana va a ser un largo día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Menuda suerte el tocarte con Ed los cuatro días!. Eso, hacer trampa y aprenderos los dos lados, que si dices que no se parecía a lo que haciamos, no quiero pensar lo que espera a la vuelta!

¿Y ahora que pasa con los puñetazos del principio?.

¡Esto es un sin vivir!

Anónimo dijo...

Estás aprendiendo muchas cosas nuevas... no se que va a ser de mi cuando regreses, no creo que pueda asimilar tantas cosas con mis limitaciones.
Como dice Maribel ¡Es un sin vivir!

Anónimo dijo...

entonces, cuando vuelvas, nos daramos cuenta que hacemos una caricatura ? ufff, eso no tiene fin. Cuando piensas que has aprendido y entendido algo, un poco después se abre una brecha nueva .... pero: adelante !!