viernes, 30 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 12 de 41. Hasta aquí hemos llegado, de momento
Subimos las escaleras para poder comer, descansar y empezar con energías, las pocas que pueden quedar el último día de la semana, la sesión de la tarde. Bajamos arrastrando las piernas a la sesión de la tarde. El cansancio acumulado hace estragos y sabemos que nos toca más tuishou. Sólo nos mantiene la esperanza de que los requerimientos mentales sean mínimos porque no sabemos lo que nos va a dar de sí la cabeza. Sam sabe como estamos todos así que retomamos las 4 manos, que ya vamos dominando e introduce el patrón de pasos 3-3. Pasamos la tarde jugando con todas las alternativas, explorando las energías y buscando variaciones en como provocar el paso del compañero o hacer que este deje de moverse. Al final la tarde pasa volando pero también pasa factura. Afortunadamente es la última sesión de la semana. Mañana entrenaremos, pero por nuestra cuenta y una hora más tarde que por supuesto se notará.
Después de clase algunos deciden quedarse a tomar algo, Ed y Simon entre ellos, pero como tengo tarea que hacer, me vuelvo sólo escaleras arriba y aprovecho lo que queda de día para estudiar. Cena a la española, a las 9, algo de charla y comentarios sobre la película que saldrá en junio de watchmen (imprescindible), vuelta al cuarto a redactar el blog y a la cama, que hay que descansar.
jueves, 29 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 11 de 41. Más sable y más tuishou
Cambiamos de tercio y pasamos al sable. Más energías, esta vez centrados en el estoque con todas sus variantes en función del ángulo de la hoja y a partir de ahí como introducirlo dentro del movimiento libre. El trabajo va dando sus frutos y cualquiera que nos viese desde fuera día que estábamos haciendo una forma preestablecida (cada uno la suya) en vez de movimiento improvisado. Cambiamos ligeramente de materia y empezamos con la forma de sable. Podíamos pensar que iba a ser pan comido después de todo el trabajo previo que habíamos hecho, pero aunque desde luego las ideas estaban más claras, todavía queda mucho por hacer para que las cosas salgan decentes. Después de los primeros movimientos, cuando ya van saliendo cosas interesantes, cambiamos de tema por última vez en la mañana retomando la forma de parejas de sable. Avanzamos un poco más y todo lo que hemos ido aprendiendo va tomando cada vez más sentido.
Terminamos la mañana y nos llevamos a dos de nuestras compañeras invitadas a comer. Por supuesto la invitación incluye el tradicional ascenso de las escaleras una vez recompuestos del esfuerzo, tenemos un almuerzo especialmente divertido, contando anécdotas y echando unas risas. Para postre, helado y Dorian nos invita a chocolate que llevaba en la mochila sin tener en cuenta que la mochila había pasado la mañana al sol y lo que había quedado era sirope, lo cual no vino mal como aderezo para el helado. Pudimos comprobar en directo que lo que Dorian sentía por el chocolate se podía llamar adicción ya que no paró hasta que el envoltorio quedó nuevo como para volver a usarlo.
Bajamos de nuevo las escaleras para la sesión de la tarde que como no podía ser de otra manera iba a estar dedicada al tuishou. Empezamos con 4 manos, detallando el ritmo hacia delante, con todas las energías a su máxima intensidad y continuamos con el trabajo de cómo provocar el paso en el compañero. Fue una tarde más que productiva con la particularidad de que tuve la oportunidad de ayudar a Sam en alguna demostración. Las cosas van saliendo y aunque haya detalles que todavía se atraviesen, la sensación general de la gente es que van saliendo las técnicas (unas más que otras).
Vuelta a subir las escaleras, cena y esperamos a que nuestra casera venga a arreglar por fin la conexión. Se retrasó un poco pero al final lo conseguimos. Pasamos el resto de la tarde echando unas risas viendo vídeos en youtube, trabajo en el ordenador y a la cama, que mañana es el último día de entrenamiento de la semana. No podrá ser en las canchas de siempre porque se acerca la fiesta de la Candelaria y el parque se llena con un mercado de flores y plantas para celebrar la llegada de la primavera, así que tendremos que irnos a unas terrazas donde estamos teniendo las sesiones de la tarde, esperando que nadie resulte herido por un sablazo debido al menos espacio.
Cuaderno de Bitácora. Día 10 de 41. Baja el maldito hombro o mi posición clunk es mi santuario.
Subimos las escaleras para ir a comer y cuando llegamos nos encontramos con que María tampoco ha venido hoy porque parece ser que está en el hospital (espero que no sea por el estrés que le causamos) pero afortunadamente ha venido su hermana pequeña para hacer las tareas de la casa, pero no la comida. Menos mal que Jane, consciente de todo, nos salvó preparándonos una comida deliciosa. Pero las desgracias nunca vienen solas y también habíamos perdido la conexión a internet ¿Qué íbamos a hacer ahora desconectados del mundo?
Bajamos a la sesión de la tarde para una nueva sesión de empuje de manos y trabajamos en primer lugar como provocar el paso en el compañero practicando 4 manos. Aparentemente sencillo cuando se trata de que el compañero avance, pero no tanto cuando se quiere que el compañero retroceda. Al rato, cambiamos de tercio y volvemos a los 8 ejercicios preparatorios de empuje de manos, esta vez para centrarnos en los números 7 y 8. Sam nos presenta el primero de los dos y tengo la suerte de ser la persona que le ayuda para hacerlo. Aparentemente es muy sencillo cuando él lo hace pero como no, cuando me toca a mi recibir entro en mi infierno particular (realmente compartido por todos los compañeros) de recibir la energía que me envía de manera correcta y ser capaz de neutralizarla dejándome en la posición adecuada para realizar mi técnica… por supuesto esto nunca pasa a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera… menos mal que he visto pasar por esto a todos mis compañeros, incluso a los más experimentados. Sam no deja de dar instrucciones que deberían ser de sobra conocidas. Relaja el hombro, deja caer el codo, no te salgas de la cadera,… Al final algo va saliendo y según lo vamos practicando y cambiando de compañeros parece que la cosa mejora, pero todavía queda lejos dominarla. El ejercicio número 8 resulta más sencillo aunque está basado en parte en el número 7. Me imagino que será por el rato que estuvimos practicando el anterior. Terminamos la tarde agotados y con nuestras cabezas pidiendo irse de vacaciones por la cantidad de información asimilada y porque se sienten ignoradas por nuestros cuerpos que les cuesta hacer lo que les piden. Subimos la cuesta de nuevo y como seguimos sin internet soy el elegido por votación popular para llamar al servicio técnico (será porque hablo español…). Parece que no tendremos conexión hasta mañana, así que cenamos, escribo el blog para tenerlo preparado para cuando podamos volver a la civilización y pasamos el resto de la tarde noche en el sofá, cogiendo fuerzas para mañana y viendo una película.
martes, 27 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 9 de 41. Las lesiones aparecen
La clase empieza como los últimos días con algunos juegos por parejas con la lanza para calentar y estirar articulaciones. Una vez preparados nos metemos en faena. Empezamos con movimientos de apertura y cierre de la lanza y lo vamos concretando con todo tipo de variantes para cerrar la lanza del oponente. La mañana va pasando y los brazos cargándose. Seguimos con los distintos tipos de proyección de enregía en función de la distancia a la que queramos hacerlo. Jugamos un el equivalente a la puñalada, los estoque a distancia corta, media y larga y con puntear, para luego finalmente seguir con cortes y remolinos. El juego que da la lanza es cada vez mayor y si además se une el juego de piernas, es interminable. Mucha energía puesta, sobre todo en los estoques que Sam los compara a los puñetazos y con lo poco que se de boxeo, me emociono demasiado, trabajando con mucha intensidad y dado que son muchas horas la muñeca me empieza a molestar. Los días anteriores la vendé para protegerla, pero hoy se me olvidaron las vendas y el trabajo duro de toda la mañana me pasó factura dejándola un poco abierta y dolorida. Terminamos la mañana y subimos las escaleras para ganarnos el almuerzo.
Al llegar arriba descubrimos con horror que María ha vuelto a faltar. Parece que le sientan mal los lunes, así que no tenemos comida esperando y la nevera está vacía así que tenemos que apañarnos con un triste sándwich. Después de descansar y vendarme la muñeca para evitar mayores males, bajamos a la sesión de la tarde, dedicado como siempre al tuishou. Seguimos con los 8 ejercicios básicos de empuje de manos, esta vez con los números 5 y 6, el estudio de recibir el empuje cuando este no va al centro con la finalidad de atraparnos el brazo contra el pecho, y la palanca seguida de chi con tres diferentes variantes de enfoque del chi, junto con sus respectivas recepciones. Un trabajo muy divertido y con muchas aplicaciones prácticas para el empuje libre. El entusiasmo de algún compañero con las palancas, introduciendo de elemento extra torsiones a las muñecas consiguió que cuando terminó la sesión mi muñeca se sintiese un poco peor…
Subimos las escaleras de nuevo y después de un poco de charleta, cena y charleta, hoy me retiro sin entrenamiento extra con mi hermano mayor, Ed. Me hago una cura especial y me vendo la mano como me enseñó José, el fisio de Boxeo esperando que mañana la mano esté mejor. Mañana no toca lanza, Sam nos ha dicho que nos bajemos los sables. A ver cómo me levanto pero quizá me tenga que dejar el vendaje completo en vez de sólo la parte de la muñeca, aunque sea para prevenir, que todavía queda mucho por aprender.
lunes, 26 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Descanso del segundo bloque y un año más de experiencia para algunas.
Y no puedo terminar sin dejar mi más sincera felicitación para una de las mejores profesoras de taichí de España. Espero que pases un día genial, Maribel. Siento no poder felicitarte en persona. Muchas gracias por estar siempre ahí para todos nosotros y que siga siendo así muchos más años.
viernes, 23 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 8 de 41. Fin del segundo bloque
Esta vez nos esperaba en casa pollo con mole y arroz, exquisito. Después de un merecido descanso volvemos a bajar para la sesión de la tarde. Más tuishou. Aprendemos el último cambio, el universal y jugamos con distintos ritmos a movernos en el patrón de 4 manos con los distintos cambios. Para terminar volvemos a los 8 ejercicios preparatorios básicos, para continuar con el siguiente que nos toca, el nº 4. Esta vez más fácil que los anteriores (ya era hora de sentirse competente) y relacionado directamente con un par de técnicas que tenemos en el Sanshou de 5 secciones. Termina la tarde estando todos derrotados por el cansancio y marcho a casa por otro camino con la intención de dar una vuelta para despejarme y asentar ideas ya que se que cuando llegue a casa seguiré en “modo social” o trabajando en el ordenador. Aunque creía que me estaba orientando, como el concepto de ángulo recto en las esquinas no existe y las calles rectas son un mito, acabo perdido, más arriba todavía de lo que está nuestra casa y en otra parte de la ciudad, así que preguntando acabo consiguiendo volver a la parte baja que conozco y subo por el camino de todos los días (tres subidas por tanto hoy).
Cuando llegué Ed y Jane estaban en la terraza disfrutando de la puesta de sol y ahí estuvimos casi una hora de charleta antes de la cena. Más charleta contándoles cosas de España (Jane no sabía que teníamos montañas ni zonas verdes) y hablando de toros. Mi día se está acabando y dedico el último rato antes de ir a la cama para atender al cuaderno de bitácora, que os estoy acostumbrando muy mal y no puede fallar ningún día.
Mañana es jornada de descanso pero nos reuniremos a entrenar por la mañana en el parque. Hay que darle caña que ya habrá tiempo de descansar en la tumba.
jueves, 22 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 7 de 41. Sé que mi cuerpo es mío porque lo siento.
Al llegar a casa María nos tiene preparada la comida. Entre las viandas se encuentra una especie de guacamole que atacamos con ferocidad, tratando de ponernos más que el otro en el plato para no quedarnos sin, ya que la pinta es formidable. Al tomar la primera pinchada se nos viene el mundo encima. La receta parece llevar la misma cantidad de chile habanero que de aguacate. Por lo menos hace que nos suba la energía, aunque sólo sea para resoplar. Creo que debemos pedir perdón a María porque esto sólo puede ser la venganza de algo que hayamos hecho, aunque no caigo que puede ser.
Después de reposar la comida volvemos a bajar, esta vez sin armas ya que la tarde será para empuje de manos… justo lo que necesitan mis brazos. Después de estar jugando un poco recordando los cambios con Ed para calentar mientras que todo el mundo llega, la clase empieza con el tercer método de los 8 ejercicios preparatorios de tuishou. Aunque en una primera vista parece que es algo asequible e incluso parecido a alguna otra cosa que hemos hecho en otras ocasiones, a cada nueva revisión del ejercicio se van añadiendo nuevos detalles hasta que mi cabeza parece decir basta. El nivel al que nos movemos es tan profundo que ni los alumnos más experimentados parece que puedan dominarlo, pero Sam sigue trantado de darnos nuevas instrucciones que nos ayuden a centrarnos. En un principio creo que es el cansancio el que me está impidiendo enterarme, pero al final Sam confiesa que muy pocos de sus alumnos han llegado a hacer bien este ejercicio, pero que espera que nosotros lo acabemos consiguiendo. En este momento y en este estado, los ánimos caen en saco roto. La tarde se hace larga y afortunadamente antes de terminar empiezo a sentir que las cosas van saliendo… más o menos. Habrá que esperar a que repose para evaluar los resultados porque ahora no es el mejor momento.
miércoles, 21 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 6 de 41. Y llegaron las lanzas
Después del desayuno de los campeones bajamos al parque cargados con nuestras lanzas con cuidado de no chocarlas con ninguno de los múltiples cables que cruzan a la altura de la cabeza, arcos y demás obstáculos. Después de superar la prueba, Sam nos hace dejar las lanzas a un lado y nos pone a buscar putos dolorosos a la presión en el codo primero y luego en antebrazo, muñeca, mano y hombro, primero en búsqueda directa y luego dentro del patrón de cuatro manos. ¡Muy divertido, pero seguro que pasará factura! Cuando ya llevamos un rato nos confiesa que el propósito del ejercicio, además de iniciarnos al chinna en el tuishou, también era para prepararnos para la lanza, ya que esta tiene mucha presión sobre las articulaciones y músculos del brazo y con la digitopresión se reduce el riesgo de lesión. Así que calentados, nos metemos de lleno en la materia. Cogemos cada uno nuestras lanzas y empezamos a movernos por la pista de baloncesto tratando de imitar los movimientos que nos marcaba el maestro. La emoción aumenta según van saliendo las cosas. Me podría pasar el día realizando movimientos con la lanza. Cuando ya salen las cosas empezamos con las técnicas de vibrar la lanza en diferentes ángulos y aquí es donde empieza el problema. Casi todas las técnicas salen pero hay un par de ángulos que se resisten. Cuantas más ganas se ponen peor sale así que opto por tratar de buscar un movimiento equivalente que conozca y me acuerdo de mis días de pescador. Cambiando un poco el ángulo es muy parecido a la pesca con cola de rata y mira tu por donde, aislando el movimiento con esa idea en la cabeza, sale. El problema es cuando se trata de meter el movimiento dentro de la secuencia, se vuelve a estropear. Me imagino que esto requiere mucho más trabajo del que pensaba. Terminamos la mañana revisando la secuencia de qigong e introduciendo en ella la energía de la lanza y mira tu, que descubrimos el fa jing, bien sobre movimientos basados en an (empujes) o peng, como ya he dicho, cada vez me gusta más este qigong.
Subida de las escaleras, comida y me encuentro derrotado. Esto no puede ser porque todavía queda medio bloque (un poco más realmente). Después de la digestión un poco de dibujo para relajarme, volvemos a bajar, esta vez sin lazas, para seguir con los cambios de 4 manos. Terminamos con los dos que nos faltaban y Sam nos introduce en la idea de las familias de cambios, viendo cómo se puede empezar con uno y cambiar a otro directamente si la energía lo permite. Todo un terreno para explorar en busca de las aplicaciones. Derrotados por el cansancio volvemos a subir las escaleras con la esperanza de que ya sólo queda para terminar el día relax, cena y charla. Mañana será otro día y también tendrá lanza. Espero que esta vez se dé mejor.
P.D. Atentos en la segunda foto al chico de la canasta. Estuvo haciendo un rato el mono ahí arriba hasta que se cansó.
martes, 20 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 5 de 41. Inicio del segundo bloque
Subida de las escaleras, llegada a la casa y ¡María, la chica que viene a hacerse cargo de las tareas de la casa no ha venido porque está enferma, así que no tenemos comida! Menos mal que Ed compró ayer un par de pollos asados y quedan algunas sobras en la nevera… Nos llamó la casera para decirnos que vendrá la hermana de María a recoger un poco y cuando llega, menuda sorpresa, no creo que tenga 15 años (eso siendo muy generoso). Trato de charlar con ella interesándome por la salud de su hermana y me dice que no sabe nada porque vive en otra casa y que ella ha venido de trabajar en la casa de su patrona. En España en la actualidad desde luego esto no sería legal. Sara, ya te puedes poner las pilas con el estudio y agradecer haber nacido donde lo has hecho.
La sesión de la tarde se vuelve a centrar en 4 manos y en los cambios. Aprendemos un par nuevos y jugamos con las variantes, ¡ya sólo nos quedan 2 más y el universal! Hoy he terminado especialmente cansado, no sólo físicamente, sino también mentalmente. Aunque parece que no hemos cubierto mucha materia, la profundidad en la que nos hemos inmerso en estos conceptos ha sido considerable. Subida de las escaleras de nuevo, cena, charla, margaritas (esta vez sin máscaras) y un poquito de repaso con Ed en los cambios de 4 manos para asegurar conceptos. Me voy a la cama exhausto pero ilusionado porque mañana empezamos con la lanza.
lunes, 19 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Resumen del fin de semana
sábado, 17 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día libre
Hoy no ha habido subida de cuesta ya que hemos aprovechado después de entrenar para hacer algo de compra y hemos acabado cogiendo un taxi que con lo baratos que salen, bien merecía la pena por no cargar con los trastos y el avituallamiento.
Por la tarde hemos tenido fiesta. Todo el grupo nos hemos reunido en nuestra casa alrededor de guacamole, frijoles, pollo, nachos, cervezas, vino, Jamaica y ron. Después de la charleta con diferentes grados de profundidad filosófica, arrasar con el frigorífico y dejarlo hecho un desastre (para la chica que viene a limpiar), termina el día con más cansancio todavía por no haber encontrado el momento para recuperarme y con la promesa de volver a encontrarnos mañana en el parque a la misma hora. Espero tomarme el domingo con tranquilidad, pero ya voy intuyendo que tampoco pasará…
viernes, 16 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 4 de 41. Fin del primer bloque
Cuando van saliendo las cosas y se puede empezar a sentir una mejoría en el movimiento y sensaciones, cambiamos de tercio y volvemos a las 4 manos… y lo llamo 4 manos por llamarlo algo porque nos centramos en unas aplicaciones concretas y las estuvimos dando vueltas el resto de la mañana… aquí ya se nota que algo se está cociendo. La mañana termina coincidiendo con una pequeña llovizna que apenas molesta y subimos la cuesta para volver a comer.
Y continua el turno de tarde y esta vez llevamos las aplicaciones en las que habíamos estado trabajando a una forma de entrar en el dalu… impresionante. Sam no deja de sorprender en la manera de presentar la información. Analizamos las 4 manos y el dalu desde la perspectiva de las instrucciones que dejó Yang Chen Fu en su libro (bastante vagas, por cierto) y Sam nos muestra la relación entre ambas y como a través de lü, sustituyéndolo por chae y lie se llega a un patrón de dalú con unos pasos diferentes a los que conocíamos (por si ya eran pocas variantes). Práctica y más práctica y volvemos a cambiar de tercio. Seguimos en el campo del trabajo en parejas, pero esta vez en la parte del currículum que hace referencia a los 8 ejercicios básicos del empuje de manos y por supuesto empezamos con el primero, el círculo que todo el mundo conoce y prácticamente nadie hace bien. Como es un trabajo que ya habíamos hecho todos en alguna ocasión, para variar Sam lo presenta de con otro punto de vista, en vez de recibir la energía del compañero, la soportamos y como si de un barco sostenido por el agua se tratara, dejamos que fluya hacia un lado neutralizando al compañero ¡Toda una experiencia aunque un poco frustrante al principio hasta que ha salido! Termina el entrenamiento y la semana y antes de despedirnos y volver a subir la cuesta por segunda vez, los que todavía seguimos con ganas de más, quedamos para entrenar mañana para ir tapando entre todos los agujeros que tenemos en nuestros currículums.
Cuando conseguimos llegar arriba, cena, charleta y trabajo al ordenador. El cansancio acumulado va haciendo mella y estamos menos activos, pero ya tendremos tiempo de descansar… en algún momento, supongo.
jueves, 15 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 3 de 41
La tarde la volvimos a dedicar a 4 manos, esta vez centrándonos en los cambios y como sacar aplicaciones de ellos. Pudimos cubrir el 1 a y b, la espiral sobre el mismo brazo y el remero (les ha encantado el nombre que le pusimos). También le hemos dedicado tiempo a jugar libre con esos cambios junto con aplicaciones, ¡tremendo!
Al terminar la clase, vuelta a sub ir las escaleras, charleta, cena, ver unos vídeos de empuje de manos con Ed y primera sesión de tuishou en directo con mi “personal coach”. Hasta antes de empezar podía sentir en ciertos ángulos un atisbo de agujetas, pero me da la sensación de que mañana voy a estar molido después de 20 minutos con Ed.
miércoles, 14 de enero de 2009
Cuaderno de bitácora. Día 2 de 41
Por la tarde, paseo por el pueblo para buscar una cuerda por si la sensación de desborde me supera, vuelta a casa, cena exquisita sólo superada por la comida de hoy y en la búsqueda de a quien se le ocurría el deporte más aburrido de ver (snooker en una televisión en blanco y negro fue la ganadora seguida de tiro con arco desde la grada y justo detrás el curling) Simón trató de explicarnos las reglas del critet. Toda una hazaña.
martes, 13 de enero de 2009
Cuaderno de Bitácora. Día 1 del intensivo de Yang Tradicional
Aunque ayer tuvimos una reunión de grupo en al que hablamos sobre cómo se desarrollarían las clases y pude conocer a los compañeros que no conocía todavía, el curso ha empezado oficialmente hoy y para eso, dado que estamos en tierra de santeros, la experiencia ha sido inaugurada pidiendo la bendición a los dioses para que todo vaya rodado. Ha sido una experiencia cuando menos, curiosa aunque me gustaría saber que me dirían los profesores de los colegios religiosos en los que me eduqué (algunos, podríamos decir que talibanes del cristianismo) al verme haciendo ritos paganos usando la cruz con un simbolismo completamente diferente, pero que se le va a hacer, les conquistamos, les convertimos pero se ve muy claro que en la tierra todavía queda poso de lo que había.
Los horarios que seguiremos (9:00 – 12:00 y 15:00 a 17:00… siempre terminando más tarde, que ya nos conocemos) aunque en un principio parecen escasos, la acumulación de trabajo a lo largo de los 40 días de curso sugiere que se haga de esta manera. Además el curso sigue fuera de horas de clase con los entrenamientos que tenemos pensado seguir. Así que supongo que terminaremos hastiados de taichí, pero para eso hemos venido. Después de la bendición he aprovechado para coger (bueno, aquí debería decir agarrar) mis armas (sable, espada y lanza) y probarlas un poquito con Ed mientras que la gente charlaba y se centraba. A continuación hemos pasado la mañana que para empezar bien se ha alargado casi una hora viendo la apertura de la forma de 108 ¡¡¡tres horas en un solo movimiento!!! ¡¡¡Y es un movimiento preparatorio!!! Es inconcebible la cantidad de materia que hay ahí dentro y se aprecia sobre todo con todas las referencias a materiales que ya van sonando conocidos sobre las familias de movimientos que vimos recientemente.
La tarde (que también se pasó casi una hora de más de lo programado…) la íbamos a dedicar a 4 manos, pero por supuesto no llegamos a hacer un círculo completo, ni siquiera un cuarto de círculo. Sam aproximó el aprendizaje desde la recepción del empuje (peng) en el lado cerrado, es decir, esa parte de las 4 manos de donde queremos salir cuanto antes porque vemos que nos espachurran, y como hacer que esa técnica sea, no sólo un punto débil, sino una de las partes más golosas desde donde sacar aplicaciones. He estado a punto de suicidarme dos o tres veces y he visto la luz otras tantas. Viendo lo que he visto no sé si voy a tener suficiente espacio en el cerebro como para incorporar tanta y tan profunda información.
Después del entrenamiento, charleta, cervezas y vuelta para la casa donde la chica que nos atiende (como a reyes, he de decirlo) nos había preparado un arroz con mole exquisito. Más charleta y a trabajar, revisar notas, atender la web y escribir en el blog y a la cama, que mañana se presenta largo.
¡Hasta mañana!