miércoles, 11 de marzo de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 30 de 41. Sorpresas en la casa

Amanece soleado de nuevo en San Miguel. Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas para continuar durante toda la mañana con la forma de 108. No avanzamos mucho, pero lo detallamos profundamente. Después de una dura sesión de intenso trabajo, volvemos a casa para comer, esperando no tener nuevas sorpresas, y así parece de primeras, la comida está en la mesa, la casa recogida, así que después de comer y descansar, mientras que nos preparamos para salir, veo algo por el rabillo del ojo moviéndose por el salón. En un principio pensaba que era una hoja desplazándose con la corriente de aire, pero al mirarlo fijamente, ¡era un escorpión! Paloma, la próxima vez que te pongas a hacer aspavientos por ver una cucaracha en casa, recuerda que podría ser peor. Después de unas cuantas fotos, comentarios sobre como el ala canadiense de la casa anda con los pies desnudos y consejos sobre revisar los zapatos cada mañana antes de calzarnos, armado con mi sable, hice mi mejor tajo para cobrarme la presa.

Bajamos a las terrazas para la sesión de la tarde en la que continuamos nuestro camino a través de la tercera sección. Al terminar me fui al pueblo para un buen corte de pelo y un afeitado. Cambio de aspecto total ya que hacía años que no me quitaba la barba… bueno, no del todo, me he dejado una pequeña perilla para hacer juego con mi espada. Al llegar a casa (subiendo las escaleras por segunda vez en el día, por supuesto), cena, charla, algo de tele y a redactar el blog, que hay que acostarse.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

aaaahhhhgggg! estoy haciendo aspavientos sólo de ver la foto!
y ya puestos podías haber añadido una foto tuya para ver si estás o no más guapo... eso sí, ahora sí te llamarán con razón Hernán Cortés

Anónimo dijo...

¡Qué asco!. ¡Ni se te ocurra traerte uno de recuerdo para unir a mis salamanquesas!. Supongo que ahora Ed se calazará o mirará por donde pisa porque por muy buen chi que tengas una picadura de ese bicho no debe ser nada bueno.

Y manda una foto para ver como te queda la perilla. A mi, con el permiso de Paloma, ya sabes que me gustan los hombres con barba pero la perilla puede valer.

¿Y por qué te has cortado la barba? ¿Para no tener que culturizarla para el campeonato?

Anónimo dijo...

Se me ponen los pelos de punta, solo con ver la foto, no te quiero
pensar como podría ser al natural!
Yo me miraría las zapatillas todas las mañanas tres o cuatro veces antes de ponérmelas.
Tendrás que enviar una foto tuya mejor, así vemos el si te favorece o no la barba.

Santiajo dijo...

Holaaa!!!

¿¿¿¿LA MATASTE???? Dime que la dejaste subirse al sable y que luego la tiraste fuera de casa... pobrecita... Bueno, yo un dia me encontre un Escalopendra y eso como corre mucho y estaba a puntico de dormir, si la maté... pobrecita...

¿¿Que es eso de dejarte una perilla a juego con la espada??