martes, 3 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 13 de 41. Un, dos, tres y un, dos, tres y…

Hoy el día ha amanecido un poco mejor que ayer de temperatura y con menos viento. Para cuando yo me he levantado, ya éramos tres en la casa. Jane nos ha dejado de madrugada por un par de semanas que va a disfrutar de México con su hija. Así que ¿quién se va a ocupar de los pormenores de la casa en el día a día? ¿Quién va a encargarse de hacer las compras mientras nosotros estamos entrenando? Nuevas lecciones de supervivencia nos esperan para estos días.

Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas cargados con nuestros sables. Empezamos la clase con un ejercicio de parejas bastante divertido consistente en imitar la energía del sable con la mano derecha y utilizar la mano izquierda para interceptar el ataque del compañero, así por turnos, vamos intercambiando ataque a la vez que nos defendemos. Cambiamos se técnica y tratamos de interceptar el ataque del compañero con nuestro propio “sable”, atacado a su muñeca. Una vez interceptado, atacamos nosotros y esperamos que el compañero se defienda. Finalmente unimos las dos variantes del ejercicio de manera que al ser atacados nos podemos defender con la mano izquierda para abrir espacio o con la mano derecha, realizando una intercepción y después un ataque. Una vez terminado de calentar y experimentar con distancias, técnicas y pasos, cambiamos de tercio para seguir avanzando en la forma de sable. Un buen empujón, entrando en mucho detalle en cada movimiento y ya estamos aproximadamente en la mitad de la forma. Terminamos la mañana con los últimos movimientos de la forma de parejas de sable ¿ya sabemos un lado completo… ahora sólo queda saberse el otro lado, dominar ambos y jugar con las variaciones.

Subimos las escaleras y para mejorar el entrenamiento hago algún pequeño tramo corriendo. El aliento falta, pero soy capaz de hacerlo. Parece que la forma física va mejorando poco a poco. Después de una comida energética, aunque sin tamales, que se supone que tenía que ser lo típico de hoy por ser la Virgen de la Candelaria, descansamos lo que el tiempo nos permite y volvemos a bajar para la sesión de tuishou de la tarde. Seguimos centrados en los pasos, trabajando sobre el patrón de tres – tres y como impedir el paso del compañero o provocarle un paso extra, acercándonos cada vez más al tuishou libre. Toda la tarde invertida en como crear un ritmo y movernos a través de él, variándolo a nuestro antojo y… un, dos, tres y…un, dos tres y… un, dos y… un, dos tres y… cuatro. La musiquilla del conteo se mete en nuestras cabezas como una canción que no deja de sonar. ¡Qué difícil es en ocasiones estar en nuestras caderas cuando todo se mueve libremente! Menos mal que jugamos bastante a menudo Ed y yo a este juego y ya van sonando las cosas. Pasa la tarde volando y volvemos a subir las escaleras para ganarnos el merecido descanso, pero como uno tiene alma de masoquista, vuelvo a subirme un tramo a paso ligero.

Cena y charla que nos lleva en esta ocasión, no a los deportes más aburridos como en una de nuestras primeras conversaciones sino a los más rústicos. Esta vez tengo mucho en la chistera para aportar con todos los deportes rurales que tenemos en el País Vasco aunque Simon no se queda a la zaga con los que ellos tienen en Escocia. La verdad es que Perulena podía hacer buenos amigos con falda en las tierras altas.

Un poco de trabajo al ordenador, preparar el blog para que no entren las ansias a los lectores asiduos y a la cama, que mañana será otro día.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y luego decias que a tí no te gustaba el baile y que te ves muy patoso y ahora, un, dos, tres,... un, dos, tres y.....

Ves, al final todos se acaba aprendiendo

Anónimo dijo...

¡¡¡Como mola eso del un, dos tres...un dos tres...!!!
Me gusta... es una pena que estemos tan lejos, ahora que Jane os ha dejado por unos días, podíamos ayudar con la intendencia y de paso practicar esos pasos de baile.
Lo único que me desanima son las escaleras, yo creo que terminaría subiendolas a gatas.

Anónimo dijo...

parece todo muy divertido! que envidia! estáis trabajando a nivel muy alto! que no se pierda el Tai Chi !

un abrazo,

Stephan

Santiajo dijo...

Maestro, no dejes que te confundan, estas ahi para venir hecho una maquina de matar, no un Gene Kelly!!

Espero que a tanto bailoteo le encontreis una aplicacion marcial.

Estoy con Angelines, si quereis podemos ir nosotros a ayudaros en cuestiones logisticas a cambio de un poco de gorroneo en temas de conocimientos.

Unknown dijo...

Buenas tardes Profe, además de los deportes más habituales que hay en el País Vasco hay 3 deportes no tan conocidos, como son "recoger mazorcas de maíz", una carrera entorno a una pista llavando "x" kilos en cada meno mediante pesas, y el más raro de todos que consiste en lanzar una herramienta de labranza que se utilizaba antiguamente para levantar la tierra, y que esta construida de metal (si una especie de lanzamiento de jabalina).

Un saludo

Oskar

Javier Laoshi dijo...

Oscar, como ese último que comentas había una vrsión de tíos enormes en falda tratando de o bien tirarla lo mas lejos posible, o bien hacia arriba para pasarlo por unos palos como los que marcan el nivel del salto con pértiga.