miércoles, 25 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 22 de 41. Y llegó la forma de espada.

Hoy nos hemos levantado especialmente cansados. Se ve que la semana de descanso no fue suficiente, sobre todo si te pasas en tiempo entrenando y viajando. Después del desayuno de los campeones, esta vez más frugal por no tener existencias en casa, bajamos las escaleras con la variante de hacerlo practicando 4 manos (creo que lo nuestro raya lo enfermizo). Llegamos al parque y la sorpresa es que empezamos con la forma de espada ¡Ya había ganas! Dedicamos toda la mañana a ese objetivo viendo que en la forma había más chicha de la que me imaginaba. Las energías quedan muy claras en los movimientos y vemos que el trabajo previo en los ejercicios en parejas van dando sus frutos al aplicar los movimientos. Movimientos nuevos, correcciones y más movimientos y así llegamos al final de la sesión.

Subida de las escaleras a paso ligero (no suficiente para considerarlo corriendo, pero manteniendo el ritmo hasta el final). Comida, descanso y bajada de escaleras corriendo, que así es más fácil. Ed no se nos une esta tarde porque no se encuentra bien, mezcla del agotamiento y un resfriado que lleva arrastrando estos últimos días.

La tarde es abrumadora por el contenido y la intensidad del trabajo. Continuamos viendo las 13 energías de la espada con más ejercicios en parejas, abriendo la puerta a la esgrima del taichí completamente libre. Ya sólo falta introducir libertad en las piernas. Después de la felicitación del maestro hacia mi persona porque parece ser que los españoles llevamos el acero en nuestras venas, bajo al pueblo a comprar algo de cena y vuelvo a casa, exhausto, hambriento y con ganas de echarme a la cama. Hoy ha sido un día muy intenso y revelador y no puedo esperar a empezar a trabajar con este material en casa. En cinco años tengo la intención de ser la persona de referencia en espada en España ya que como reza el escudo de armas de la escuela… mariconadas, las justas.

3 comentarios:

Santiajo dijo...

Muchacho, haztelo mirar... ciertamente os traeis un juego raro con la cuesta: que si al trote, que si corriendo un rato, o yendo a paso ligero... ¿PERO YA IR HACIENDO 4 MANOS? Eso es un exceso mozo, pero bueno, es cuestion de tiempo que a nosotros nos pique igual y que ya hasta cortando el pan estemos haciendo taichi.

Ale, a darle a la espada, y enseñales que los mejores aceros son los Toledanos y el mejor espadachín que se haya visto en la tele, fue Iñigo de Montoya, de sangre Íbera.

TaluÉ!

Anónimo dijo...

Bajar las cómodas escaleras practicando cuatro manos es una chulería, los que no podemos hacerlo bien en llano... nos sentimos mal, aunque si Maribel se lo propone terminamos practicando en escalera. ¡¡¡Mariconadas las justas!!!

Anónimo dijo...

No des ideas, nines, no des ideas...

qué bueno volver a leerte, y a tener un ratito para hacerlo y escribir.

besos, para todos