miércoles, 4 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 14 de 41. Caminante no hay camino…

Hoy ha amanecido el día más nublado. Las sábanas se me han pegado un poco porque utilizo la alarma el móvil para despertarme y alguien me llamó a las 5 de la mañana (que es una hora decente en España) y luego me costó volver a dormirme. Después del desayuno de los campeones, bajamos a las terrazas armados y por supuesto peligrosos y una vez allí empezamos a practicar mientras que va legando todo el mundo la forma de sable por parejas. Como Truda, mi compañera y yo eramos del mismo lado, me pongo a hacer el lado contrario tratando de recordar lo que he visto en mis compañeros y ¡voilá!, las cosas salen. Después de hacerlo muchas veces, las sensaciones van siendo cada vez mejores y cuando llega Sam le digo ¡Mirá, estoy haciendo el lado contrario!... y me contesta “¿y? ¡son sólo 10 movimientos y los has visto 2000 veces!" Siempre está genial tener un profesor que te anime en los momentos difíciles.

Empezamos la clase con trabajo sobre las diferentes posiciones de piernas, basándonos fundamentalmente en el jinete, medio jinete y diferentes tipos de arco y como todas estas soportan el movimiento de la parte superior del cuerpo, todo con múltiples ejemplos de las cosas que llevamos haciendo todo este tiempo y con especial hincapié en los pasos del tuishou móvil y las aplicaciones prácticas. Así se nos va media mañana hasta el momento de coger nuestros sables y continuar con la forma. Más detalles, más mejoras y más quebraderos de cabeza, pero las sensaciones son cada vez mejores con este arma de un solo filo. El tiempo sigue discurriendo y volvemos a cambiar de tema para centrarnos en la forma de parejas. Trabajamos en el mismo lado que conocemos, pero experimentando con variaciones en las energías y consiguiendo un mayor entendimiento de todas las técnicas.

Subimos las escaleras y esta vez lo hago a un paso más ágil, llegando incluso a correr la última parte… el entrenamiento va dando sus frutos. Comida, descanso y vuelta a la faena. Por la tarde San nos tiene preparado un nuevo nivel dentro del paso seguido de la rutina de 3 – 3. Esta vez consiguiendo que el compañero cambie de dirección y tratando de controlar el centro de la interacción para desgastar al oponente. Cada vez se van complicando las cosas más. Tengo una sesión con Ed excepcional en la que cada uno trata de cambiar al compañero. La adherencia es sumamente profunda y a pesar de la velocidad conseguimos tener los pies siempre debajo de nuestra estructura. El patrón de movimiento ya no es algo fijo. Nos movemos con dos, tres o cuatro pasos, cambiamos la dirección rotando en dirección de las agujas del reloj, o en la contraria. Cada vez tenemos más libertad en nuestros movimientos y es que ya lo dijo Antonio Machado (para que no digan que no me cundieron mis estudios en el colegio).

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Antes de terminar, Sam me pide que le ayude a hacer una demostración de trabajo libre, uniendo todo lo que hemos hecho hasta ahora y me hace volar de un lado a otro durante diez minutos, sumamente intensos en los que consigo estar a la altura de las circunstancias la mayor parte del tiempo. Las sensaciones son maravillosas porque se van viendo los frutos del trabajo que hacemos.

Exhausto y todo sudado por el esfuerzo, nos vamos de compras porque nos estamos quedando sin avituallamiento para el desayuno de los campeones. Volvemos a casa para devorar la cena que nos había dejado María, esta vez en taxi, que yo ya he hecho todo el ejercicio del día y además vamos cargados.

Después de la cena, Simon termina de montar unas tuberías que había comprado hace unos días, con un poco de cera de abeja para hacer unos digeridoos y nos empieza a dar unas clases de cómo tocar el instrumento. Después de un buen rato haciendo sonidos absurdos, empiezan a salir algunas notas y acabamos los tres en la terraza, haciendo sonar los instrumentos con más o menos gracia para celebrar el nuevo punto de conexión entre “los tres amigos”(esto con acento gringo).

Ya muerto por el día agotador, me retiro a mis aposentos a redactar el blog y a la cama, que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar… y a quien madruga, Dios le ayuda… aunque no por mucho madrugar, amanece más temprano… bueno, me voy a la cama que ya no me entero.

5 comentarios:

Santiajo dijo...

Jejejeje... que genialidad, al final "te se va la olla" (como diria Kaos Etiliko). Descansa un poco mas que falta te hara.

El video me ha dejado flipao, te juro que si no fuese por el perro que pasa por detras a paso normal, pensaria que es que en algunos puntos habeis acelerado la velocidad. JAVI, PARECES NEO!!

Bueno, pos a ver si montais un grupillo Ed, Simon y tu, los TTTT (the taichi trio tube)

Santiajo dijo...

Por cierto... perdona que dude, perooo di la verdad:

A que la poesia la has buscado por google??? :-P

Quiza es porque cree el ladron que todos son de su condicion, pero mira que me resulta estranio que seas uno de los pocos Arnanz que hayas aprovechado tu etapa estudiantil

Ale, sigue aprovechando el tiempo, no se puede dudar que vas a venir hecho una maquina.

Un abrazu!

Anónimo dijo...

Después de ver el vídeo, entiendo porque el desayuno tiene que ser de campeones, para poder aguantar un entrenamiento tan fuerte y que os queden fuerzas para tocar la tubería ¡¡¡Tiene tela!!!.
A Santi le da envidia que hayas aprendido tanta poesía en tu etapa estudiantil.

Anónimo dijo...

Genial! me ha encantado. has aguantado el tipo fenomenal, y eso durante tanto tiempo. dios mío!!!!! qué agotador sólo de veros!! ¿cuántos kilos dices que perdiste en esa tarde?

Anónimo dijo...

¡Joder qué nivel!. Y el resto despúes que ha hecho ¿cortarse las venas?. Porque yo me las habría cortado.

Le has seguido fenomenal y al final te ha ganado pero porque te tenía agotado, que sino de qué.

Maestro eres un fenómeno