miércoles, 11 de febrero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 18 de 41. Y llegó la reina

Nuevo día soleado, más desayunos de campeones, más bajadas de escaleras… La cabeza sólo puede pensar en la semana que viene de descanso.

Empezamos la sesión de hoy con una versión del juego de la posición más fuerte mucho más simple en estructura pero sin embargo infinitamente más avanzado. Se trataba de entrar en la posición del compañero, buscando una postura que llenase el espacio y tomarlo como si hubiese sido nuestro siempre, pero sin tocar. Asentarnos en nuestra posición y llenar los huecos de manera que el antiguo ocupante del espacio, se encontraba incómodo y empujado fuera de manera que debía salir y repetir el proceso. Toda una estrategia marcial basada no en la agresión, sino en tratar al oponente como si realmente no existiera hasta que el mismo da un paso atrás.

La segunda parte de la mañana la dedicamos a profundizar y asentar los 8 métodos básicos de empuje de manos, cogiendo más soltura en cada uno de ellos y en las transiciones para poder hacerlos todos de seguido, con sus variantes.

Subida de las escaleras, esta vez corriendo un tramo más largo, comida, reposo y vuelta a bajar, esta vez con las espadas, ya que Sam nos ha prometido cambiar de tema… pero empieza la tarde y lo primero que nos pide es que dejemos las armas. Todavía queda mucho por hacer con los pasos 3-3 y 3-2 y los cambios entre ellos, así que trabajando los patrones nos llevamos la mayor parte de la tarde. Cuando ya sólo queda un poco más de media hora para terminar, los alumnos revelados fuimos directamente a por las espadas para ver si mediante la “indirecta”, el maestro cambiaba de tema y dejaba los pasos para otro día. No se si porque realmente tocaba o porque la presión surgió efecto, empezamos a ver las energías de la espada. Como hicimos en el sable, nuestro primer contacto se limita a practicar movimientos básicos y a enlazarlos tratando de conseguir soltura. Como primera experiencia, nos centramos en peng (quebrar), pi (partir), dian (punzar), ci (atravesar) y en sus combinaciones.

Después de terminar la clase, en vez de subir las escaleras, marcho al pueblo en busca de un barbero para cortarme el pelo y arreglarme la barba, cumplida la misión, vuelta a casa, cena, charla, ordenador, peli y a la cama. Cada vez me cuesta más tenerme en pie… pero ya no queda nada para el descanso y las mejoras que estamos consiguiendo son enormes. Con esa idea en la mente, cierro los ojos y espero que mañana sea un gran día, pero más relajado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno todo va llegando aunque sea solo por media hora. ¿Bonita experiencia la espada?.

Con tanto entrenamiento de pasos y 8 manos vas a volver como un pulpo. ¡Y nosostros aún andamos por el cambio del remero!. Y de aquella manera.

El ejercicio de ayer muy interesante, ese de escoger una postura y el compañero va empujando por puntos diferentes y hay que adaptar la postura para soportar la energía y, todo eso. Lo estuvimos haciendo en la clase de la noche y lo pasamos muy bien. Bueno a decir verdad, estuvimos haciendo una interpretación de tu clase via internet, pero fue divertido. Se trabaja bien el encontrar la raiz, el conectar en el punto donde se produce el contacto y colocarnos detrás de ese empuje sea cual sea y este donde este el punto de conexión. ¿Era eso?. Si no era eso os lanzamos este nuevo ejercicio para que lo practiqueís vosotros.

Y Riky una máquina en el ejercicio este.

Y la semana de descanso ¿para cuando es?. Ya os la mereceís.

Anónimo dijo...

Yo se que te hace falta esa semana de descanso, pero ¿Que vamos a hacer los que nos hemos acostumbrado a leer tu "Cuaderno de Bitácora" todas las mañanas?
¿Como vamos a pasar esa semana? En fin iremos haciéndonos a la idea.
Creo soy un poco egoísta... descansa, que te lo mereces

Anónimo dijo...

Una semana sin Cuaderno !!! Que horror !!!!

Pero que descanses !

un abrazo,

Stephan