jueves, 15 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 3 de 41

Lo que parecía que iba a ser un día relajado ha terminado dejándome exhausto. Al llegar por la mañana al parque teníamos esperándonos instrucciones precisas de Sam de empezar a trabajar lo que habíamos estado haciendo estos dos días anteriores sobre 4 manos durante una hora y después ir a la casa para una sesión diferente. En este rato hemos tenido oportunidad de ir asentando conceptos que ayer por la tarde parecía que se resistían y después de un trabajo más que interesante fuimos a ver a Sam donde nos esperaba con el trabajo previsto para hoy, lo que Stephan estaba esperando… la respiración. Desde las 11 hasta las 14 nos hemos pasado trabajando en diferentes patrones de respiración y sobre cómo conseguir que ésta soporte el movimiento, consiguiendo una sinergia interesante. Una vez terminado (que no hiperventilado) volvimos a casa para el almuerzo subiendo la cuesta (de la que os hablaré más adelante).

La tarde la volvimos a dedicar a 4 manos, esta vez centrándonos en los cambios y como sacar aplicaciones de ellos. Pudimos cubrir el 1 a y b, la espiral sobre el mismo brazo y el remero (les ha encantado el nombre que le pusimos). También le hemos dedicado tiempo a jugar libre con esos cambios junto con aplicaciones, ¡tremendo!


Al terminar la clase, vuelta a sub ir las escaleras, charleta, cena, ver unos vídeos de empuje de manos con Ed y primera sesión de tuishou en directo con mi “personal coach”. Hasta antes de empezar podía sentir en ciertos ángulos un atisbo de agujetas, pero me da la sensación de que mañana voy a estar molido después de 20 minutos con Ed.


Como parte del entrenamiento que voy a tener estos dos meses, a parte del taichí y las sesiones extras con Ed, San Miguel se encuentra a unos 2000 metros de altura (1910 la parte principal de la ciudad y 2150 algunos barrios que la circundan como el mío). Yo particularmente no estoy sintiendo ningún síntoma por la altitud aunque hay gente del grupo que viene del nivel del mar que si se están resintiendo. Bueno, seguro que a nivel fisiológico algo sí que estará haciendo… la otra parte del entrenamiento es la diferencia de unos 200 metros de altura que hay entre el parque y la casa que tenemos que superar dos veces de bajada con sus respectivas dos subidas al día. La subidas son prácticamente una línea recta y la mayor parte son escaleras con una gran pendiente. Os dejo unas fotos para que las veáis. De momento la subida me está suponiendo unas 140 – 150 pulsaciones por minuto que espero mejorar por mucho a lo largo de los tres meses. Espero que entre todo coja más fuerza y resistencia a parte de técnica.

3 comentarios:

Santiajo dijo...

joder... cantidades de entrenamiento... ¡¡eres el Rocky del taichi!!

El final, la casa donde tambien haceis cosillas, ¿es la vuestra?

Con tantas fotos de escalones, pense que el entrenamiento especial seria subirlas y bajarlas a 4 patas o algo asi, pero no, fue algo mas espiritual, mejor, ¿no?

Pues eso de que la respiracion se tiene que utilizar para mantener el movimiento ya lo habia oido yo antes, pero creo que era en otro contexto...

Ale, ale, a seguir aprendiendo y manteniendonos al dia!!

PD: llevo dos examenes hechos y los dos aprobados, este cambio de uni, me esta viniendo genial!!

Anónimo dijo...

¡Coño con las escaleras!. Despúes de esto esta totalmente preparado por un treaking por Nepal. Total en el Anapurna solo hay que salvar 1000 metros diarios de desnivel con unas escaleras mas o menos parecidas. Vamos, una mariconada.

Y con el empuje, no creas, que Ricardo y yo el otro día entrenamos mas o menos igual pero mas bien menos. Y respirar, también respiramos.

¡Dios mio, que será de nosotros a tu vuelta!

Anónimo dijo...

¿contaste los escalones? visto así está claro que es mucho más alto que Cobá! y la gente que se tenía que parar a coger el aire (entre ellos yo!)

vas a traer las piernas de hormigón... las puedes subir de puntillas, a ver si aprovechando desarrollas gemelo, jejeje ¿dónde quedarán esas piernas de c.... de c..........? ;-P