Este año parece que retomamos viejas costumbres, y además a lo grande. Hemos tenido recientemente la cena de navidad 2012 (o quizá 2011, no recuerdo) y la barbacoa de San Isidro el mismo día. Si, había que quitarse eventos festivos acumulados que nos hemos despistado y poco a poco vamos poniendo el contador de la deuda a cero. Aunque fue una barbacoa poco habitual (con nieve, mucha lluvia, y frío), la jefa de organización apañó el asunto y al final conseguimos un techo donde comer. Lo mejor, los dulces (galletas, torrijas, trufas....). Lo peor, haberla hecho en su modalidad "indoor" y no haber jugueteado este año con la honda.
¡Otro año será!
martes, 21 de mayo de 2013
domingo, 12 de mayo de 2013
Sábados del club de la lucha
Ayer volvimos a tener un espartano sábado. 4 horas de entrenamiento (con 15 minutos pa´l café), donde la primera hora fue sufrir torturas en forma de flexiones, carreras, saltos y ejercicios como para dejarnos agujetosos toda la semana. Lo bueno, el trabajo de piernas y patadas, que si tu me das a mi, que si yo te doy a ti... al final fortaleciendo y mejorando la elasticidad. Mola. Poco a poco vemos el progreso en los temas de movilidad en los trabajos de pareja y eso lo llevamos al final en el tiempo del trabajo personal el master y yo, guanteletes en ristre y con el bucal en su lugar. Tengo ganas de que volvamos a zurrarnos (o que me zurre mejor dicho :D)
domingo, 7 de abril de 2013
re-encontrándonos
Después de casi dos años dejando abandonado el Blog volvemos a la carga (o eso espero). A ver si se puede hacer algo con ello.
Han pasado muchas cosas por aquí, mucha gente, campeonatos, exhibiciones, cursos, seminarios y campamentos de verano y no hay noticias de ello. Con las ganas os quedáis que no vamos a hacer memoria para escribirlo (o al menos no yo, que mi memoria es mala).
Dentro de menos y ná volveremos a celebrar nuestro anual encuentro de Torrijas y Mojitos de TCPC. BIEEENNNN. Espero que volvamos a vernos pronto todos o al menos una gran mayoría.
De momento con esto basta por hoy.
Un saludo, un abrazo, un beso o lo que buenamente deseéis.
Han pasado muchas cosas por aquí, mucha gente, campeonatos, exhibiciones, cursos, seminarios y campamentos de verano y no hay noticias de ello. Con las ganas os quedáis que no vamos a hacer memoria para escribirlo (o al menos no yo, que mi memoria es mala).
Dentro de menos y ná volveremos a celebrar nuestro anual encuentro de Torrijas y Mojitos de TCPC. BIEEENNNN. Espero que volvamos a vernos pronto todos o al menos una gran mayoría.
De momento con esto basta por hoy.
Un saludo, un abrazo, un beso o lo que buenamente deseéis.
domingo, 2 de octubre de 2011
Crónica del seminario de jueshou
Por Teresa Antón.
Por fin llegó este fin de semana! Desde que Javier anunció que iba a montar esta serie de seminarios, sobre el empuje de manos en el estilo Yang, he estado esperándolos como agua de mayo.
Son temas que también vemos en clases entre semana, es cierto, pero concentrar el trabajo de todo un fin de semana, es algo que deja huella y se nota luego en la práctica (espero!).
Así que a madrugar y al gimnasio – y como es un trimestre de actividad frenética en el gimnasio Wudao, (manía que tiene la gente de aprender cosas) nos tocó ir a otro local un par de calles más allá. Cosa que no nos molestó en lo absoluto, porque el sitio, además de acogedor, está muy bien montado y la sala que utilizamos parecía haber sido preparada a medida para la veintena de fanáticos, perdón, de alumnos, que nos juntamos allí.
A empezar desde el principio: manos sensibles… bueno, realmente empezamos incluso desde antes: la estructura.
La estructura, esa gran desconocida… suena a broma, pero lamentablemente no lo es. Por mucho que se insista a nivel teórico sobre cómo debe ser la correcta alineación postural, sobre cómo deben efectuarse los movimientos, el recorrido de la cadera, el movimiento de la cintura, aquello de relajar el pecho, abrir la espalda, elevar la cabeza, etc., etc. es tan, pero tan fácil hacerlo mal sin darnos cuenta… Al fin y al cabo, cuando practicamos una forma, nuestra percepción de cómo nos estamos moviendo, no siempre coincide con lo que realmente estamos haciendo. Me vienen a la mente unos anuncios de tv de hace unos años, una campaña de la DGT, en que salía primero la imagen de alguien aparcando un coche con gran soltura y facilidad, luego mostraban la realidad: alguien, bastante bebido, aparcando a trompicones un coche, chocando con todo lo que había cerca.
Cuando tenemos alguien enfrente e intentamos empezar a sentir lo que está pasando, todos esos fallos empiezan a ser evidentes… en el otro, claro. Lo que pasa es que, después de observar tantas metidas de pata ajenas, al final empezamos a pensar que a lo mejor, quizás, hasta es posible, que nosotros también estemos haciendo algo mal. Y ahí empieza el camino hacia el aprendizaje.
Vale, la estructura a estudio.
Ahora las manos sensibles, el Jueshou. Cruzar manos con alguien sin ningún tipo de afán competitivo, sin intentar empujarle, sacarle, ganarle, sólo pendientes de sentir, de seguir, de mantener la calidad del punto de contacto, de no perderlo en ningún caso… pues no es fácil, al menos no para mí. Me encanta mandar y detesto que invadan mi espacio personal, así que se me junta el esfuerzo físico/intelectual de mantener mi estructura en su sitio y el punto de contacto vivo, con el psicológico de intentar no morder a ése/a que me está invadiendo sonrisa en ristre. Bufffff, tengo trabajo pá rato.
Pero también tengo la firme convicción de que es el camino correcto. En el curso pude ver las posibilidades del jueshou. Pude entender (visceralmente, que es la única forma de realmente entender estos conceptos) que esa habilidad es la base de cualquier trabajo en parejas, y por extensión, de cualquier trabajo marcial en el taijiquan. La habilidad de sentir la estructura propia y la del otro, de percibir, seguir y, finalmente, controlar el punto de contacto, al cabo del tiempo permite, por evolución natural, mantener la guardia y entrar en la del otro, adquirir la sensación del momento adecuado para una acción o para no actuar.
mmmmmm… “trabajo marcial”….. la verdad es que yo poco trabajo marcial hago (o voy a hacer), que ya no estoy en edad de repartir, y menos aún de recibir, leña. Pero me sigue pareciendo imprescindible esta parte del aprendizaje, aunque sea en plan light. El movimiento en el taijiquan sólo adquiere sentido y solidez cuando se tiene en cuenta su componente marcial. Las ocho energías sólo se pueden asimilar cuando son emitidas y recibidas, y eso no puede hacerse en solitario, hay que sentirlas en el devenir de un trabajo con un compañero. Sólo después de ese tipo de trabajo, puede trasladarse la sensación a la forma y “llenarla” con algo que no sea pura fantasía.
De modo que, Gracias a Todos los que compartieron ese fin de semana conmigo, porque sin ellos no hubiera podido enterarme de nada.
Y por supuesto, gracias a Javier, que con paciencia y dedicación, sigue buscando la forma de transmitirnos lo que sabe
Por fin llegó este fin de semana! Desde que Javier anunció que iba a montar esta serie de seminarios, sobre el empuje de manos en el estilo Yang, he estado esperándolos como agua de mayo.
Son temas que también vemos en clases entre semana, es cierto, pero concentrar el trabajo de todo un fin de semana, es algo que deja huella y se nota luego en la práctica (espero!).
Así que a madrugar y al gimnasio – y como es un trimestre de actividad frenética en el gimnasio Wudao, (manía que tiene la gente de aprender cosas) nos tocó ir a otro local un par de calles más allá. Cosa que no nos molestó en lo absoluto, porque el sitio, además de acogedor, está muy bien montado y la sala que utilizamos parecía haber sido preparada a medida para la veintena de fanáticos, perdón, de alumnos, que nos juntamos allí.
A empezar desde el principio: manos sensibles… bueno, realmente empezamos incluso desde antes: la estructura.
La estructura, esa gran desconocida… suena a broma, pero lamentablemente no lo es. Por mucho que se insista a nivel teórico sobre cómo debe ser la correcta alineación postural, sobre cómo deben efectuarse los movimientos, el recorrido de la cadera, el movimiento de la cintura, aquello de relajar el pecho, abrir la espalda, elevar la cabeza, etc., etc. es tan, pero tan fácil hacerlo mal sin darnos cuenta… Al fin y al cabo, cuando practicamos una forma, nuestra percepción de cómo nos estamos moviendo, no siempre coincide con lo que realmente estamos haciendo. Me vienen a la mente unos anuncios de tv de hace unos años, una campaña de la DGT, en que salía primero la imagen de alguien aparcando un coche con gran soltura y facilidad, luego mostraban la realidad: alguien, bastante bebido, aparcando a trompicones un coche, chocando con todo lo que había cerca.
Cuando tenemos alguien enfrente e intentamos empezar a sentir lo que está pasando, todos esos fallos empiezan a ser evidentes… en el otro, claro. Lo que pasa es que, después de observar tantas metidas de pata ajenas, al final empezamos a pensar que a lo mejor, quizás, hasta es posible, que nosotros también estemos haciendo algo mal. Y ahí empieza el camino hacia el aprendizaje.
Vale, la estructura a estudio.
Ahora las manos sensibles, el Jueshou. Cruzar manos con alguien sin ningún tipo de afán competitivo, sin intentar empujarle, sacarle, ganarle, sólo pendientes de sentir, de seguir, de mantener la calidad del punto de contacto, de no perderlo en ningún caso… pues no es fácil, al menos no para mí. Me encanta mandar y detesto que invadan mi espacio personal, así que se me junta el esfuerzo físico/intelectual de mantener mi estructura en su sitio y el punto de contacto vivo, con el psicológico de intentar no morder a ése/a que me está invadiendo sonrisa en ristre. Bufffff, tengo trabajo pá rato.
Pero también tengo la firme convicción de que es el camino correcto. En el curso pude ver las posibilidades del jueshou. Pude entender (visceralmente, que es la única forma de realmente entender estos conceptos) que esa habilidad es la base de cualquier trabajo en parejas, y por extensión, de cualquier trabajo marcial en el taijiquan. La habilidad de sentir la estructura propia y la del otro, de percibir, seguir y, finalmente, controlar el punto de contacto, al cabo del tiempo permite, por evolución natural, mantener la guardia y entrar en la del otro, adquirir la sensación del momento adecuado para una acción o para no actuar.
mmmmmm… “trabajo marcial”….. la verdad es que yo poco trabajo marcial hago (o voy a hacer), que ya no estoy en edad de repartir, y menos aún de recibir, leña. Pero me sigue pareciendo imprescindible esta parte del aprendizaje, aunque sea en plan light. El movimiento en el taijiquan sólo adquiere sentido y solidez cuando se tiene en cuenta su componente marcial. Las ocho energías sólo se pueden asimilar cuando son emitidas y recibidas, y eso no puede hacerse en solitario, hay que sentirlas en el devenir de un trabajo con un compañero. Sólo después de ese tipo de trabajo, puede trasladarse la sensación a la forma y “llenarla” con algo que no sea pura fantasía.
De modo que, Gracias a Todos los que compartieron ese fin de semana conmigo, porque sin ellos no hubiera podido enterarme de nada.
Y por supuesto, gracias a Javier, que con paciencia y dedicación, sigue buscando la forma de transmitirnos lo que sabe
miércoles, 9 de marzo de 2011
Forma de Espada Yang Tradicional "con muletas"
Cosas de madre e hija…
Pues sí, decía Sara en la crónica del curso, que desde que empezó con la espada, es “puro vicio”. A quién habrá salido la niña…
El sábado, día intenso aprendiendo la segunda pare del curso de espada. Allá que nos vamos las dos con espadas al hombro. Cómo nos gusta esta forma…, y cómo me gusta que podamos estar juntas aprendiéndola, aunque luego tenemos tema para ver diferencias, discutirlas, en fin… esas cosas que nos pasan a nosotras.
Al día siguiente nos vamos con un grupo de amigos a participar en una carrera benéfica. Nada que ver con taichi, pero hacer deporte es una de mis grandes aficiones, y otro día para disfrutar con mis hijas. Orgullosa, muy orgullosa porque acabar una carrera, aunque tan solo sea de 5 kilómetros con mi hija al lado, era algo a lo que tenía muchas ganas. Hacía muchos años que no corría, pero he podido comprobar que el trabajo de los entrenamientos en la p. calle y el que le sumo por las montañas, ha hecho que 5 kilómetros me hayan sabido a poco. Más que orgullosa de ella, que pese a sus dificultades, consiguió controlar esa respiración y sin parar, a su ritmo, entró en meta con un sprint final que ya quisieran muchos…
Después de la carrera, teníamos montado un picnic en toda regla. Un despliegue de exquisitos platos, con un nivel... que ya le hubiese gustado a Arguiñano tanto despliegue de recetas... jaja. Una vez que llenamos los estómagos con tanta vianda, nosotras seguíamos rumiando la forma de espada… cachis… con las prisas se nos olvidaron las espadas, y ahora podíamos estar aquí practicando…
De repente nos damos cuenta que una amiga había venido a vernos correr, y como estaba lesionada, llevaba muletas. ¡Idea!, ¿y si practicamos con las muletas?, ¡venga, vamos a probar!. Y ahí nos ves, ¡toma ya!. La gente se nos queda mirando. Muchos saben que practicamos taichi, pero no se imaginaban esto. A mí me cuesta un poco recordar las secuencias, pero ahí ves a la niña con la memoria de la juventud que se hace la forma toda seguida. Y yo la sigo perfectamente con ella. Qué raro sentir las energías con unas muletas… pero… ¿y lo chula que nos ha quedado la forma?.
Hay quien prefiere los paraguas para hacerse formas, bueno, creo que lo importante es sacarle rendimiento a cualquier objeto. Y la cuestión es saber aplicar las energías, ¿no?. Quien te dice que algún día no necesites usar las muletas como arma defensiva… o el paraguas.
Pues sí, decía Sara en la crónica del curso, que desde que empezó con la espada, es “puro vicio”. A quién habrá salido la niña…
El sábado, día intenso aprendiendo la segunda pare del curso de espada. Allá que nos vamos las dos con espadas al hombro. Cómo nos gusta esta forma…, y cómo me gusta que podamos estar juntas aprendiéndola, aunque luego tenemos tema para ver diferencias, discutirlas, en fin… esas cosas que nos pasan a nosotras.
Al día siguiente nos vamos con un grupo de amigos a participar en una carrera benéfica. Nada que ver con taichi, pero hacer deporte es una de mis grandes aficiones, y otro día para disfrutar con mis hijas. Orgullosa, muy orgullosa porque acabar una carrera, aunque tan solo sea de 5 kilómetros con mi hija al lado, era algo a lo que tenía muchas ganas. Hacía muchos años que no corría, pero he podido comprobar que el trabajo de los entrenamientos en la p. calle y el que le sumo por las montañas, ha hecho que 5 kilómetros me hayan sabido a poco. Más que orgullosa de ella, que pese a sus dificultades, consiguió controlar esa respiración y sin parar, a su ritmo, entró en meta con un sprint final que ya quisieran muchos…
Después de la carrera, teníamos montado un picnic en toda regla. Un despliegue de exquisitos platos, con un nivel... que ya le hubiese gustado a Arguiñano tanto despliegue de recetas... jaja. Una vez que llenamos los estómagos con tanta vianda, nosotras seguíamos rumiando la forma de espada… cachis… con las prisas se nos olvidaron las espadas, y ahora podíamos estar aquí practicando…
De repente nos damos cuenta que una amiga había venido a vernos correr, y como estaba lesionada, llevaba muletas. ¡Idea!, ¿y si practicamos con las muletas?, ¡venga, vamos a probar!. Y ahí nos ves, ¡toma ya!. La gente se nos queda mirando. Muchos saben que practicamos taichi, pero no se imaginaban esto. A mí me cuesta un poco recordar las secuencias, pero ahí ves a la niña con la memoria de la juventud que se hace la forma toda seguida. Y yo la sigo perfectamente con ella. Qué raro sentir las energías con unas muletas… pero… ¿y lo chula que nos ha quedado la forma?.
Hay quien prefiere los paraguas para hacerse formas, bueno, creo que lo importante es sacarle rendimiento a cualquier objeto. Y la cuestión es saber aplicar las energías, ¿no?. Quien te dice que algún día no necesites usar las muletas como arma defensiva… o el paraguas.
viernes, 28 de enero de 2011
Las cosas andan chungas...
...tan chungas, que no lo vemos claro ya en la clase de la noche. Nos quedamos sin luz!!! Si que anda mal el consistorio!! Menos mal que al menos el tordete después de tanto tiempo le tenemos bien fichado y no nos tropezamos con él (normalmente... jejejeje), ¿qué podemos hacer para quitárnosla del medio? Aceptamos sugerencias
sábado, 4 de diciembre de 2010
Taichises en diciembre
Parece ser que el clima no acompaña últimamente para los valientes de la calle pero ahí seguimos retando a los dioses del cambio climático y de los fríos del norte, espada en ristre (bueno, eso no últimamente, que hace frio como pa tener las manos quieticas), y practicando empuje de manos y tradicional.
Y total, ¿cuál era la finalidad de esta entrada en el blog? Decir que "joder que frio hace últimamente", que si, que es lo que toca ahora que estamos en invierno (o no, coñe, aún estamos en otoño!!!), pero que es incómodo entrenar con 2 camisetas, varios jerseys y calzoncillos tobilleros. Eso si, parece ser que algo si vamos haciendo bien porque nos ponemos con 108 y de pronto empieza a sobrar ropa. ¿Estaremos por fin haciendo buen trabajo interno?
Ale, a disfrutar el puente y si se saca algo de tiempo para entrenar, pues mira, mejor.
Y total, ¿cuál era la finalidad de esta entrada en el blog? Decir que "joder que frio hace últimamente", que si, que es lo que toca ahora que estamos en invierno (o no, coñe, aún estamos en otoño!!!), pero que es incómodo entrenar con 2 camisetas, varios jerseys y calzoncillos tobilleros. Eso si, parece ser que algo si vamos haciendo bien porque nos ponemos con 108 y de pronto empieza a sobrar ropa. ¿Estaremos por fin haciendo buen trabajo interno?
Ale, a disfrutar el puente y si se saca algo de tiempo para entrenar, pues mira, mejor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)