viernes, 30 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 12 de 41. Hasta aquí hemos llegado, de momento

Otro soleado día en San Miguel, buena temperatura y ambiente perfecto para desarrollar habilidades sin pasar calamidades. Me llegan las quejas de España sobre el mal tiempo que sufren en la calle y recuerdo que Ed me cuenta que en Canadá están con 2 metros de nieve… que fácil es quejarse y que fácil criticar a los que se quejan estando a 26 grados aquí. Desayunamos fuerte, como no puede ser de otra manera con el desayuno de los campeones y bajamos a las terrazas donde entrenaremos hoy cargados con nuestros trastos de matar. Hoy toca más sable y las ganas de aprender son muchas. Empezamos el calentamiento dando masajes de percusión a nuestros compañeros y vamos avanzando más hasta que acabamos apartando la estocada de nuestro enemigo con tres golpes de nuestra palma izquierda, uniendo técnica, esquiva y calentamiento de las articulaciones. Un juego superdivertido y con un gran potencial oculto para las aplicaciones marciales. No vale sólo tocar sino que tenemos que influir en la estructura de nuestro compañero. Acabamos no sólo calientes, sino masajeados como a los pulpos, a base de golpes que se reciben con gusto y es que sarna del susodicho tipo, no pica. Una vez preparados, retomamos la forma donde la dejamos después de haber repasado rápidamente lo que ya sabíamos. El tiempo corre y no se puede desperdiciar. Avanzamos unos cuantos movimientos más con un detalle adecuado al máximo exponente del hiperrealismo artístico. Salen las cosas y la energía está claramente presente, así que cambiamos de tema sin dejar el sable para continuar con la forma de parejas. Más movimientos, más correcciones personalizadas, más frustraciones y más alegrías. Ya la tenemos casi terminada, sólo queda un poco y empezaremos con el otro lado.

Subimos las escaleras para poder comer, descansar y empezar con energías, las pocas que pueden quedar el último día de la semana, la sesión de la tarde. Bajamos arrastrando las piernas a la sesión de la tarde. El cansancio acumulado hace estragos y sabemos que nos toca más tuishou. Sólo nos mantiene la esperanza de que los requerimientos mentales sean mínimos porque no sabemos lo que nos va a dar de sí la cabeza. Sam sabe como estamos todos así que retomamos las 4 manos, que ya vamos dominando e introduce el patrón de pasos 3-3. Pasamos la tarde jugando con todas las alternativas, explorando las energías y buscando variaciones en como provocar el paso del compañero o hacer que este deje de moverse. Al final la tarde pasa volando pero también pasa factura. Afortunadamente es la última sesión de la semana. Mañana entrenaremos, pero por nuestra cuenta y una hora más tarde que por supuesto se notará.

Después de clase algunos deciden quedarse a tomar algo, Ed y Simon entre ellos, pero como tengo tarea que hacer, me vuelvo sólo escaleras arriba y aprovecho lo que queda de día para estudiar. Cena a la española, a las 9, algo de charla y comentarios sobre la película que saldrá en junio de watchmen (imprescindible), vuelta al cuarto a redactar el blog y a la cama, que hay que descansar.

jueves, 29 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 11 de 41. Más sable y más tuishou

Amanece un nuevo día sin conexión a internet, pero el sol brilla con fuerza lo que da nuevos objetivos para el día. Después del desayuno de los campeones, esta vez con beicon que Ed había preparado, bajamos con nuestros sables a las canchas para ver que nos tiene preparado Sam. Empezamos la sesión, debidamente protegido con las vendas en la muñeca, que todavía sigue dando guerra, con más ejercicios de cadera y cintura, unido a la expresión de las energías y llevándolo aún más lejos con las energías diagonales (chae, lie, zhou y kao). Después de experimentar un buen rato con las variantes y dejando que el movimiento se cree en vez de crearlo nosotros, empiezo a ver como el movimiento libre es prácticamente idéntico a la forma y todo el potencial que se esconde detrás de estos ejercicios. Sam nos dice antes de dejarlo “tenéis aquí trabajo para por lo menos 5 años” y la verdad es que me parece una predicción bastante generosa ¡Para toda una vida, diría yo!

Cambiamos de tercio y pasamos al sable. Más energías, esta vez centrados en el estoque con todas sus variantes en función del ángulo de la hoja y a partir de ahí como introducirlo dentro del movimiento libre. El trabajo va dando sus frutos y cualquiera que nos viese desde fuera día que estábamos haciendo una forma preestablecida (cada uno la suya) en vez de movimiento improvisado. Cambiamos ligeramente de materia y empezamos con la forma de sable. Podíamos pensar que iba a ser pan comido después de todo el trabajo previo que habíamos hecho, pero aunque desde luego las ideas estaban más claras, todavía queda mucho por hacer para que las cosas salgan decentes. Después de los primeros movimientos, cuando ya van saliendo cosas interesantes, cambiamos de tema por última vez en la mañana retomando la forma de parejas de sable. Avanzamos un poco más y todo lo que hemos ido aprendiendo va tomando cada vez más sentido.

Terminamos la mañana y nos llevamos a dos de nuestras compañeras invitadas a comer. Por supuesto la invitación incluye el tradicional ascenso de las escaleras una vez recompuestos del esfuerzo, tenemos un almuerzo especialmente divertido, contando anécdotas y echando unas risas. Para postre, helado y Dorian nos invita a chocolate que llevaba en la mochila sin tener en cuenta que la mochila había pasado la mañana al sol y lo que había quedado era sirope, lo cual no vino mal como aderezo para el helado. Pudimos comprobar en directo que lo que Dorian sentía por el chocolate se podía llamar adicción ya que no paró hasta que el envoltorio quedó nuevo como para volver a usarlo.
Bajamos de nuevo las escaleras para la sesión de la tarde que como no podía ser de otra manera iba a estar dedicada al tuishou. Empezamos con 4 manos, detallando el ritmo hacia delante, con todas las energías a su máxima intensidad y continuamos con el trabajo de cómo provocar el paso en el compañero. Fue una tarde más que productiva con la particularidad de que tuve la oportunidad de ayudar a Sam en alguna demostración. Las cosas van saliendo y aunque haya detalles que todavía se atraviesen, la sensación general de la gente es que van saliendo las técnicas (unas más que otras).

Vuelta a subir las escaleras, cena y esperamos a que nuestra casera venga a arreglar por fin la conexión. Se retrasó un poco pero al final lo conseguimos. Pasamos el resto de la tarde echando unas risas viendo vídeos en youtube, trabajo en el ordenador y a la cama, que mañana es el último día de entrenamiento de la semana. No podrá ser en las canchas de siempre porque se acerca la fiesta de la Candelaria y el parque se llena con un mercado de flores y plantas para celebrar la llegada de la primavera, así que tendremos que irnos a unas terrazas donde estamos teniendo las sesiones de la tarde, esperando que nadie resulte herido por un sablazo debido al menos espacio.

Cuaderno de Bitácora. Día 10 de 41. Baja el maldito hombro o mi posición clunk es mi santuario.

Amanece otro día soleado en San Miguel. Al mirar por la ventana no puedo evitar pensar en el frío que están pasando en España. Con una sonrisa en los labios me adecento y voy a por el desayuno de los campeones. Cargados con nuestros sables bajamos al parque con muchas ganas pero con algo de preocupación por mi muñeca. Por la noche puse el vendaje un poco apretado de más de manera que al rato de estar dormido me desperté con la mano dormida y dolorida por lo que tuve que quitármelo y no pudo hacer su función. Empezamos la sesión de la mañana con el estudio de principios básicos sobre el movimiento de la cadera y la cintura de manera que esta soporte la energía en los diferentes tipos de pasos, jinete, medio jinete y los distintos arcos en función de la anchura y longitud. Afortunadamente gran parte de este trabajo me resulta familiar aunque por supuesto Sam es capaz de darle una nueva dimensión. Después de un trabajo profundo, cogemos nuestros sables y empezamos a trabajar los tajos básicos desde todas las direcciones, empezando por el corte descendente vertical, diagonal descendente desde ambos lados con la misma guardia, horizontales desde ambos lados, diagonales ascendentes y vertical ascendente. Cuando parece que van saliendo las cosas introducimos el típico pase por la espalda del sable para transformarlo en un tajo finalmente los cortes seguidos describiendo un ocho pasando por los dos lados del cuerpo. Como no puede ser de otra manera, además empezamos a introducir movimientos de piernas de manera que estos soporten las técnicas y acabamos haciendo movimiento libre por toda la cancha. Una experiencia extremadamente divertida que sólo se queda enturbiada porque la muñeca me da algunos problemas a pesar de tenerla bien sujeta con un vendaje funcional todo lo profesional que me pude hacer. Aunque acabé con algunas molestias me consuela pensar que si no llega a ser por las vendas quizá no hubiese podido seguir el entrenamiento. Y para terminar la sesión de la mañana, empezamos con la forma de parejas de sable. Apenas un par de movimientos en cada lado, pero lo justo para empezar a saborearla.

Subimos las escaleras para ir a comer y cuando llegamos nos encontramos con que María tampoco ha venido hoy porque parece ser que está en el hospital (espero que no sea por el estrés que le causamos) pero afortunadamente ha venido su hermana pequeña para hacer las tareas de la casa, pero no la comida. Menos mal que Jane, consciente de todo, nos salvó preparándonos una comida deliciosa. Pero las desgracias nunca vienen solas y también habíamos perdido la conexión a internet ¿Qué íbamos a hacer ahora desconectados del mundo?

Bajamos a la sesión de la tarde para una nueva sesión de empuje de manos y trabajamos en primer lugar como provocar el paso en el compañero practicando 4 manos. Aparentemente sencillo cuando se trata de que el compañero avance, pero no tanto cuando se quiere que el compañero retroceda. Al rato, cambiamos de tercio y volvemos a los 8 ejercicios preparatorios de empuje de manos, esta vez para centrarnos en los números 7 y 8. Sam nos presenta el primero de los dos y tengo la suerte de ser la persona que le ayuda para hacerlo. Aparentemente es muy sencillo cuando él lo hace pero como no, cuando me toca a mi recibir entro en mi infierno particular (realmente compartido por todos los compañeros) de recibir la energía que me envía de manera correcta y ser capaz de neutralizarla dejándome en la posición adecuada para realizar mi técnica… por supuesto esto nunca pasa a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera… menos mal que he visto pasar por esto a todos mis compañeros, incluso a los más experimentados. Sam no deja de dar instrucciones que deberían ser de sobra conocidas. Relaja el hombro, deja caer el codo, no te salgas de la cadera,… Al final algo va saliendo y según lo vamos practicando y cambiando de compañeros parece que la cosa mejora, pero todavía queda lejos dominarla. El ejercicio número 8 resulta más sencillo aunque está basado en parte en el número 7. Me imagino que será por el rato que estuvimos practicando el anterior. Terminamos la tarde agotados y con nuestras cabezas pidiendo irse de vacaciones por la cantidad de información asimilada y porque se sienten ignoradas por nuestros cuerpos que les cuesta hacer lo que les piden. Subimos la cuesta de nuevo y como seguimos sin internet soy el elegido por votación popular para llamar al servicio técnico (será porque hablo español…). Parece que no tendremos conexión hasta mañana, así que cenamos, escribo el blog para tenerlo preparado para cuando podamos volver a la civilización y pasamos el resto de la tarde noche en el sofá, cogiendo fuerzas para mañana y viendo una película.

martes, 27 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 9 de 41. Las lesiones aparecen

Amanece un nuevo día, soleado y con previsión de ser bastante caluroso, así que me preparo con mis pantalones cortos, camiseta y gorra para protegerme del sol. Después del tradicional desayuno de los campeones, bajamos al parque cargados con nuestras lanzas. Nos vamos juntando todos y aprovechamos mientras tanto a ir repasando algunas cosillas a modo de calentamiento.

La clase empieza como los últimos días con algunos juegos por parejas con la lanza para calentar y estirar articulaciones. Una vez preparados nos metemos en faena. Empezamos con movimientos de apertura y cierre de la lanza y lo vamos concretando con todo tipo de variantes para cerrar la lanza del oponente. La mañana va pasando y los brazos cargándose. Seguimos con los distintos tipos de proyección de enregía en función de la distancia a la que queramos hacerlo. Jugamos un el equivalente a la puñalada, los estoque a distancia corta, media y larga y con puntear, para luego finalmente seguir con cortes y remolinos. El juego que da la lanza es cada vez mayor y si además se une el juego de piernas, es interminable. Mucha energía puesta, sobre todo en los estoques que Sam los compara a los puñetazos y con lo poco que se de boxeo, me emociono demasiado, trabajando con mucha intensidad y dado que son muchas horas la muñeca me empieza a molestar. Los días anteriores la vendé para protegerla, pero hoy se me olvidaron las vendas y el trabajo duro de toda la mañana me pasó factura dejándola un poco abierta y dolorida. Terminamos la mañana y subimos las escaleras para ganarnos el almuerzo.

Al llegar arriba descubrimos con horror que María ha vuelto a faltar. Parece que le sientan mal los lunes, así que no tenemos comida esperando y la nevera está vacía así que tenemos que apañarnos con un triste sándwich. Después de descansar y vendarme la muñeca para evitar mayores males, bajamos a la sesión de la tarde, dedicado como siempre al tuishou. Seguimos con los 8 ejercicios básicos de empuje de manos, esta vez con los números 5 y 6, el estudio de recibir el empuje cuando este no va al centro con la finalidad de atraparnos el brazo contra el pecho, y la palanca seguida de chi con tres diferentes variantes de enfoque del chi, junto con sus respectivas recepciones. Un trabajo muy divertido y con muchas aplicaciones prácticas para el empuje libre. El entusiasmo de algún compañero con las palancas, introduciendo de elemento extra torsiones a las muñecas consiguió que cuando terminó la sesión mi muñeca se sintiese un poco peor…

Subimos las escaleras de nuevo y después de un poco de charleta, cena y charleta, hoy me retiro sin entrenamiento extra con mi hermano mayor, Ed. Me hago una cura especial y me vendo la mano como me enseñó José, el fisio de Boxeo esperando que mañana la mano esté mejor. Mañana no toca lanza, Sam nos ha dicho que nos bajemos los sables. A ver cómo me levanto pero quizá me tenga que dejar el vendaje completo en vez de sólo la parte de la muñeca, aunque sea para prevenir, que todavía queda mucho por aprender.

lunes, 26 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Descanso del segundo bloque y un año más de experiencia para algunas.

El entrenamiento del bloque anterior me dejó devastado física y mentalmente así que estos tres días de intermedio han sido para descansar. El viernes y el sábado bajamos a entrenar a las canchas la mayoría de nosotros aunque hubo algunas bajas por distintos motivos. El ambiente más relajado, la hora más tarde a la que empezábamos y el descanso empezando a hacer efecto ha conseguido que después de reposarlo, como el arroz, los nuevos conocimientos iban saliendo mucho mejor. Especialmente destacable una sesión de empuje libre a pie móvil en el que íbamos introduciendo aleatoriamente distintos patrones de empuje de manos, dalú y formas de parejas (5 secciones y 88) con una energía como no había trabajado nunca con esa libertad de movimiento, tratando de desplazar al otro desde la técnica y consiguiendo unos resultados excepcionales. ¡De lo más divertido y “lleno” que he hecho nunca! Además de formas para ponernos al día en las que tenemos más lagunas, también trabajamos en profundidad la lanza. Con ella tuve otra sesión extra con Ed, jugando de manera libre a tratar de hacer estoques en los pies y desviándola con las técnicas que habíamos aprendido durante la semana con el trabajo extra de poder cambiar de guardia y por tanto de agarre durante las transiciones, creando situaciones completamente nuevas… otra maravilla.

Las tardes y el día del domingo, sesión de relax en casa quitando algunos ratos en los que nos cruzábamos por el salón y el mínimo roce derivaba en otra breve sesión de tuishou. Un poco de estudio, que no pude faltar y un poco de dibujo, para cultivar otras artes que no sean las marciales.

Como anécdota, hemos descubierto una cosa que haría las delicias de Santiago. La biblioteca pública de San Miguel de Allende es además bar y tienen todo el día oferta de margaritas a dos por uno ¡Primo, la de tiempo que ibas a ganar pudiendo realizar dos de tus actividades principales a la vez! Así podrías sacar algo de tiempo para entrenar.

Y no puedo terminar sin dejar mi más sincera felicitación para una de las mejores profesoras de taichí de España. Espero que pases un día genial, Maribel. Siento no poder felicitarte en persona. Muchas gracias por estar siempre ahí para todos nosotros y que siga siendo así muchos más años.

viernes, 23 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 8 de 41. Fin del segundo bloque

No he amanecido demasiado agujetoso esta mañana. Después del desayuno de los campeones (esta vez me he quedado sin fruta, habrá que acordarse de comprar) hemos bajado al parque con nuestras lanzas al hombro. Mientras que llegaba todo el mundo hemos aprovechado para charlar de los planes para el fin de semana e ir entrenando algunas cosillas, para que no se nos olvide nada, que el material se va acumulando cada vez más. Una vez preparados todos empezamos con el calentamiento, esperando a ver que se le ocurre esta vez a Sam. El juego de hoy consiste en que una persona se queda en una posición neutral y la otra con la lanza debe adherirse y moverla a gusto. La experiencia fue muy divertida aunque cuando me tocó hacerlo con Ed, por la obvia diferencia de peso resultó bastante más costoso. Una vez calentados y con la sonrisa en la boca empezamos con las técnicas del día. Esta vez nada de trabajo individual, pasamos directamente a faena con ataques a diferentes zonas y defensas correspondientes, ejercicios de pasos y trabajo de sensibilidad. Creo que a pesar de todas las dificultades que estoy teniendo con la lanza, me he enamorado de su trabajo. Todo lo que hacemos en tuishou queda reflejado con el trabajo básico de descansar y soportar, unido a los pasos, aprendemos unos ejercicios basados en la primera energía de 13 que veremos. A lo tonto se nos va la mañana en esa tarea y nos vamos a comer, con la consabida cuesta primero para ganarnos las viandas. Como Ed no viene en esta ocasión y dado que María nos iba a tener la comida para 4 de todas formas, invitamos a uno de los compañeros que vive sólo a compartir mesa y el pobre tuvo que pararse en un par de ocasiones a tomar aliento, mientras que entre jadeos admiraba nuestro entrenamiento “extra”.

Esta vez nos esperaba en casa pollo con mole y arroz, exquisito. Después de un merecido descanso volvemos a bajar para la sesión de la tarde. Más tuishou. Aprendemos el último cambio, el universal y jugamos con distintos ritmos a movernos en el patrón de 4 manos con los distintos cambios. Para terminar volvemos a los 8 ejercicios preparatorios básicos, para continuar con el siguiente que nos toca, el nº 4. Esta vez más fácil que los anteriores (ya era hora de sentirse competente) y relacionado directamente con un par de técnicas que tenemos en el Sanshou de 5 secciones. Termina la tarde estando todos derrotados por el cansancio y marcho a casa por otro camino con la intención de dar una vuelta para despejarme y asentar ideas ya que se que cuando llegue a casa seguiré en “modo social” o trabajando en el ordenador. Aunque creía que me estaba orientando, como el concepto de ángulo recto en las esquinas no existe y las calles rectas son un mito, acabo perdido, más arriba todavía de lo que está nuestra casa y en otra parte de la ciudad, así que preguntando acabo consiguiendo volver a la parte baja que conozco y subo por el camino de todos los días (tres subidas por tanto hoy).

Cuando llegué Ed y Jane estaban en la terraza disfrutando de la puesta de sol y ahí estuvimos casi una hora de charleta antes de la cena. Más charleta contándoles cosas de España (Jane no sabía que teníamos montañas ni zonas verdes) y hablando de toros. Mi día se está acabando y dedico el último rato antes de ir a la cama para atender al cuaderno de bitácora, que os estoy acostumbrando muy mal y no puede fallar ningún día.

Mañana es jornada de descanso pero nos reuniremos a entrenar por la mañana en el parque. Hay que darle caña que ya habrá tiempo de descansar en la tumba.

jueves, 22 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 7 de 41. Sé que mi cuerpo es mío porque lo siento.

Hoy he amanecido con unas ligeras agujetas, seguramente debidas al trabajo de la lanza de ayer. El objetivo de algunos de los ejercicios que hicimos eran para desarrollar fuerza interna y fa jing, pero obviamente, hechos por un principiante, implican más músculos de los que debieran y eso pasa factura. Después de un gran desayuno energético que me permita sobrevivir a la mañana, bajamos al parque con todos nuestros bártulos y empezamos la clase con un pequeño trabajo de luxaciones con el objetivo como ayer de calentar y estirar a nivel de articulaciones, dando elasticidad a nuestros ligamentos. Una vez terminado cogemos nuestras lanzas y empieza el trabajo. Un poco de repaso de lo de ayer y nuevas técnicas individuales. Cuando parece que van saliendo las cosas Sam nos pone por parejas para hacer un ejercicio y a los 2 minutos… No, no, no, no,… vamos a volver para atrás un poco que veo que todavía no salen algunas cosas. Más trabajo individual para coger puntería en el estoque y volvemos a las parejas, pero para hacer otro ejercicio intermedio. Parece que todavía no estamos preparados para empezar con técnicas más avanzadas. La mañana discurre lenta, la lanza pesada y los ánimos con altibajos. Algo parece que va saliendo antes de cerrar la sesión con una vuelta a la calma con el qigong, profundizando algo más en los patrones de respiración. Al terminar no puedo levantar los brazos por encima de los hombros y todavía queda subir las escaleras…

Al llegar a casa María nos tiene preparada la comida. Entre las viandas se encuentra una especie de guacamole que atacamos con ferocidad, tratando de ponernos más que el otro en el plato para no quedarnos sin, ya que la pinta es formidable. Al tomar la primera pinchada se nos viene el mundo encima. La receta parece llevar la misma cantidad de chile habanero que de aguacate. Por lo menos hace que nos suba la energía, aunque sólo sea para resoplar. Creo que debemos pedir perdón a María porque esto sólo puede ser la venganza de algo que hayamos hecho, aunque no caigo que puede ser.

Después de reposar la comida volvemos a bajar, esta vez sin armas ya que la tarde será para empuje de manos… justo lo que necesitan mis brazos. Después de estar jugando un poco recordando los cambios con Ed para calentar mientras que todo el mundo llega, la clase empieza con el tercer método de los 8 ejercicios preparatorios de tuishou. Aunque en una primera vista parece que es algo asequible e incluso parecido a alguna otra cosa que hemos hecho en otras ocasiones, a cada nueva revisión del ejercicio se van añadiendo nuevos detalles hasta que mi cabeza parece decir basta. El nivel al que nos movemos es tan profundo que ni los alumnos más experimentados parece que puedan dominarlo, pero Sam sigue trantado de darnos nuevas instrucciones que nos ayuden a centrarnos. En un principio creo que es el cansancio el que me está impidiendo enterarme, pero al final Sam confiesa que muy pocos de sus alumnos han llegado a hacer bien este ejercicio, pero que espera que nosotros lo acabemos consiguiendo. En este momento y en este estado, los ánimos caen en saco roto. La tarde se hace larga y afortunadamente antes de terminar empiezo a sentir que las cosas van saliendo… más o menos. Habrá que esperar a que repose para evaluar los resultados porque ahora no es el mejor momento.
Al terminar la clase me voy con Simon a buscar un lugar donde comprar tubería. El sabe tocar el digeridoo y me va a enseñar, pero no tenemos suerte. Subimos la cuesta y las escaleras y derrotado devoro la cena. Un poco de trabajo en el ordenador, charla y fuegos artificiales, que hoy es Fiesta en San Miguel.

miércoles, 21 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 6 de 41. Y llegaron las lanzas



El día a amanecido despejado y yo he despertado entusiasmado por la emoción de empezar con la lanza… ¡en que hora!


Después del desayuno de los campeones bajamos al parque cargados con nuestras lanzas con cuidado de no chocarlas con ninguno de los múltiples cables que cruzan a la altura de la cabeza, arcos y demás obstáculos. Después de superar la prueba, Sam nos hace dejar las lanzas a un lado y nos pone a buscar putos dolorosos a la presión en el codo primero y luego en antebrazo, muñeca, mano y hombro, primero en búsqueda directa y luego dentro del patrón de cuatro manos. ¡Muy divertido, pero seguro que pasará factura! Cuando ya llevamos un rato nos confiesa que el propósito del ejercicio, además de iniciarnos al chinna en el tuishou, también era para prepararnos para la lanza, ya que esta tiene mucha presión sobre las articulaciones y músculos del brazo y con la digitopresión se reduce el riesgo de lesión. Así que calentados, nos metemos de lleno en la materia. Cogemos cada uno nuestras lanzas y empezamos a movernos por la pista de baloncesto tratando de imitar los movimientos que nos marcaba el maestro. La emoción aumenta según van saliendo las cosas. Me podría pasar el día realizando movimientos con la lanza. Cuando ya salen las cosas empezamos con las técnicas de vibrar la lanza en diferentes ángulos y aquí es donde empieza el problema. Casi todas las técnicas salen pero hay un par de ángulos que se resisten. Cuantas más ganas se ponen peor sale así que opto por tratar de buscar un movimiento equivalente que conozca y me acuerdo de mis días de pescador. Cambiando un poco el ángulo es muy parecido a la pesca con cola de rata y mira tu por donde, aislando el movimiento con esa idea en la cabeza, sale. El problema es cuando se trata de meter el movimiento dentro de la secuencia, se vuelve a estropear. Me imagino que esto requiere mucho más trabajo del que pensaba. Terminamos la mañana revisando la secuencia de qigong e introduciendo en ella la energía de la lanza y mira tu, que descubrimos el fa jing, bien sobre movimientos basados en an (empujes) o peng, como ya he dicho, cada vez me gusta más este qigong.


Subida de las escaleras, comida y me encuentro derrotado. Esto no puede ser porque todavía queda medio bloque (un poco más realmente). Después de la digestión un poco de dibujo para relajarme, volvemos a bajar, esta vez sin lazas, para seguir con los cambios de 4 manos. Terminamos con los dos que nos faltaban y Sam nos introduce en la idea de las familias de cambios, viendo cómo se puede empezar con uno y cambiar a otro directamente si la energía lo permite. Todo un terreno para explorar en busca de las aplicaciones. Derrotados por el cansancio volvemos a subir las escaleras con la esperanza de que ya sólo queda para terminar el día relax, cena y charla. Mañana será otro día y también tendrá lanza. Espero que esta vez se dé mejor.


P.D. Atentos en la segunda foto al chico de la canasta. Estuvo haciendo un rato el mono ahí arriba hasta que se cansó.

martes, 20 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 5 de 41. Inicio del segundo bloque

¡Menudo día denso! Hemos empezado la mañana con una revisión de los ejercicios de qigong que vimos la semana pasada y sus aplicaciones en cuanto estructura se refieren en el tuishou. Cada vez me gusta más el qi gong (este en concreto, por supuesto). Una vez calentados cuerpo y cerebro, hemos seguido con la explicación del ejercicio nº 2 de los 8 ejercicios preparatorios básicos, y lo de básicos es un decir porque menuda comedura de tarro. Y Sam, no contento con eso, nos ha enseñado una variante del ejercicio con unas sutilidades muy interesantes para aplicar en el empuje de manos. ¡Manolo, ya verás cuando vuelva!

Subida de las escaleras, llegada a la casa y ¡María, la chica que viene a hacerse cargo de las tareas de la casa no ha venido porque está enferma, así que no tenemos comida! Menos mal que Ed compró ayer un par de pollos asados y quedan algunas sobras en la nevera… Nos llamó la casera para decirnos que vendrá la hermana de María a recoger un poco y cuando llega, menuda sorpresa, no creo que tenga 15 años (eso siendo muy generoso). Trato de charlar con ella interesándome por la salud de su hermana y me dice que no sabe nada porque vive en otra casa y que ella ha venido de trabajar en la casa de su patrona. En España en la actualidad desde luego esto no sería legal. Sara, ya te puedes poner las pilas con el estudio y agradecer haber nacido donde lo has hecho.

La sesión de la tarde se vuelve a centrar en 4 manos y en los cambios. Aprendemos un par nuevos y jugamos con las variantes, ¡ya sólo nos quedan 2 más y el universal! Hoy he terminado especialmente cansado, no sólo físicamente, sino también mentalmente. Aunque parece que no hemos cubierto mucha materia, la profundidad en la que nos hemos inmerso en estos conceptos ha sido considerable. Subida de las escaleras de nuevo, cena, charla, margaritas (esta vez sin máscaras) y un poquito de repaso con Ed en los cambios de 4 manos para asegurar conceptos. Me voy a la cama exhausto pero ilusionado porque mañana empezamos con la lanza.

lunes, 19 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Resumen del fin de semana

Ya se termina el fin de semana y volvemos a la normalidad. Por un lado hay ganas de volver a entrar en el entrenamiento pero por otro lado no creo que el cuerpo se haya repuesto todavía, sobre todo por que cada vez que se sale a dar una vuelta es todo un esfuerzo por las cuestas. No obstante esperamos la mañana con ganas y para ayudarnos a centrarnos en la tarea, antes de acostarnos, unas margaritas, las primeras que hacemos en la casa (eso habrá que mejorarlo).


A la cama y a coger fuerzas, que nos harán falta. Mañana creo que hay más empuje y pasado... ¡empezamos con la lanza!

sábado, 17 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día libre

Hoy ha sido nuestro primer día de descanso pero como algunos somos un poco obsesivos, hemos ido a entrenar al lugar habitual, eso sí, una horita más tarde, a las 10. Al final hemos sido 5 los supervivientes de la semana, la otra mitad del grupo ha preferido pegarse las sábanas o dedicarse a otras tareas para despejar la cabeza. La mañana ha sido perfecta para trabajar en las formas, que de momento no habíamos tocado y tratar de ir mejorando las partes en las que tenemos más carencias. Por mi parte le he podido pegar un buen empujón a la espada, que falta me hacía.

Hoy no ha habido subida de cuesta ya que hemos aprovechado después de entrenar para hacer algo de compra y hemos acabado cogiendo un taxi que con lo baratos que salen, bien merecía la pena por no cargar con los trastos y el avituallamiento.

Por la tarde hemos tenido fiesta. Todo el grupo nos hemos reunido en nuestra casa alrededor de guacamole, frijoles, pollo, nachos, cervezas, vino, Jamaica y ron. Después de la charleta con diferentes grados de profundidad filosófica, arrasar con el frigorífico y dejarlo hecho un desastre (para la chica que viene a limpiar), termina el día con más cansancio todavía por no haber encontrado el momento para recuperarme y con la promesa de volver a encontrarnos mañana en el parque a la misma hora. Espero tomarme el domingo con tranquilidad, pero ya voy intuyendo que tampoco pasará…

viernes, 16 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 4 de 41. Fin del primer bloque

Terminamos el primer ciclo y las expectativas no han sido para nada exageradas… esto está siendo profundo. El día ha amanecido nublado de nuevo y tras un energético desayuno hemos bajado al parque para el entrenamiento. Para calentar, mientras llegaban los compañeros más rezagados, un poco de espada. He de reconocer que es uno de mis puntos débiles en cuanto al currículum tradicional, así que hay que irle poniendo solución lo antes posible. Sam llega y la clase empieza. Hoy inauguramos la clase con qi gong, relacionando los movimientos con todo el trabajo de respiración que vimos ayer y con la generación del movimiento siendo soportado por esta. Los que entrenan conmigo saben que no soy un gran fan de este trabajo, sin embargo, enfocado de esta manera he encontrado un campo de estudio perfecto para mejorar desde ahí el trabajo de las formas y del tuishou… habrá que seguir profundizando.


Cuando van saliendo las cosas y se puede empezar a sentir una mejoría en el movimiento y sensaciones, cambiamos de tercio y volvemos a las 4 manos… y lo llamo 4 manos por llamarlo algo porque nos centramos en unas aplicaciones concretas y las estuvimos dando vueltas el resto de la mañana… aquí ya se nota que algo se está cociendo. La mañana termina coincidiendo con una pequeña llovizna que apenas molesta y subimos la cuesta para volver a comer.


Y continua el turno de tarde y esta vez llevamos las aplicaciones en las que habíamos estado trabajando a una forma de entrar en el dalu… impresionante. Sam no deja de sorprender en la manera de presentar la información. Analizamos las 4 manos y el dalu desde la perspectiva de las instrucciones que dejó Yang Chen Fu en su libro (bastante vagas, por cierto) y Sam nos muestra la relación entre ambas y como a través de lü, sustituyéndolo por chae y lie se llega a un patrón de dalú con unos pasos diferentes a los que conocíamos (por si ya eran pocas variantes). Práctica y más práctica y volvemos a cambiar de tercio. Seguimos en el campo del trabajo en parejas, pero esta vez en la parte del currículum que hace referencia a los 8 ejercicios básicos del empuje de manos y por supuesto empezamos con el primero, el círculo que todo el mundo conoce y prácticamente nadie hace bien. Como es un trabajo que ya habíamos hecho todos en alguna ocasión, para variar Sam lo presenta de con otro punto de vista, en vez de recibir la energía del compañero, la soportamos y como si de un barco sostenido por el agua se tratara, dejamos que fluya hacia un lado neutralizando al compañero ¡Toda una experiencia aunque un poco frustrante al principio hasta que ha salido! Termina el entrenamiento y la semana y antes de despedirnos y volver a subir la cuesta por segunda vez, los que todavía seguimos con ganas de más, quedamos para entrenar mañana para ir tapando entre todos los agujeros que tenemos en nuestros currículums.


Cuando conseguimos llegar arriba, cena, charleta y trabajo al ordenador. El cansancio acumulado va haciendo mella y estamos menos activos, pero ya tendremos tiempo de descansar… en algún momento, supongo.

jueves, 15 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 3 de 41

Lo que parecía que iba a ser un día relajado ha terminado dejándome exhausto. Al llegar por la mañana al parque teníamos esperándonos instrucciones precisas de Sam de empezar a trabajar lo que habíamos estado haciendo estos dos días anteriores sobre 4 manos durante una hora y después ir a la casa para una sesión diferente. En este rato hemos tenido oportunidad de ir asentando conceptos que ayer por la tarde parecía que se resistían y después de un trabajo más que interesante fuimos a ver a Sam donde nos esperaba con el trabajo previsto para hoy, lo que Stephan estaba esperando… la respiración. Desde las 11 hasta las 14 nos hemos pasado trabajando en diferentes patrones de respiración y sobre cómo conseguir que ésta soporte el movimiento, consiguiendo una sinergia interesante. Una vez terminado (que no hiperventilado) volvimos a casa para el almuerzo subiendo la cuesta (de la que os hablaré más adelante).

La tarde la volvimos a dedicar a 4 manos, esta vez centrándonos en los cambios y como sacar aplicaciones de ellos. Pudimos cubrir el 1 a y b, la espiral sobre el mismo brazo y el remero (les ha encantado el nombre que le pusimos). También le hemos dedicado tiempo a jugar libre con esos cambios junto con aplicaciones, ¡tremendo!


Al terminar la clase, vuelta a sub ir las escaleras, charleta, cena, ver unos vídeos de empuje de manos con Ed y primera sesión de tuishou en directo con mi “personal coach”. Hasta antes de empezar podía sentir en ciertos ángulos un atisbo de agujetas, pero me da la sensación de que mañana voy a estar molido después de 20 minutos con Ed.


Como parte del entrenamiento que voy a tener estos dos meses, a parte del taichí y las sesiones extras con Ed, San Miguel se encuentra a unos 2000 metros de altura (1910 la parte principal de la ciudad y 2150 algunos barrios que la circundan como el mío). Yo particularmente no estoy sintiendo ningún síntoma por la altitud aunque hay gente del grupo que viene del nivel del mar que si se están resintiendo. Bueno, seguro que a nivel fisiológico algo sí que estará haciendo… la otra parte del entrenamiento es la diferencia de unos 200 metros de altura que hay entre el parque y la casa que tenemos que superar dos veces de bajada con sus respectivas dos subidas al día. La subidas son prácticamente una línea recta y la mayor parte son escaleras con una gran pendiente. Os dejo unas fotos para que las veáis. De momento la subida me está suponiendo unas 140 – 150 pulsaciones por minuto que espero mejorar por mucho a lo largo de los tres meses. Espero que entre todo coja más fuerza y resistencia a parte de técnica.

miércoles, 14 de enero de 2009

Cuaderno de bitácora. Día 2 de 41

Martes y 13. Hoy el día ha amanecido más frío que ayer, sobre todo por el viento constante que bajaba la sensación térmica bastante. Al sol se podía estar en manga corta pero a la sombra hacía falta el forro polar de aprendetaichi.com que nunca debe faltar a ningún practicante que se precie y quiera conseguir un buen nivel en su técnica. Al bajar la cuesta de la que os hablaré en otra ocasión, no por la bajada sino por la subida, piso el regalo reciente de un perro. Parece que va a ser un día largo... La materia para hoy volvió a ser las 4 manos, esta vez basadas en la secuencia con el ritmo hacia delante, o ritmo tradicional, o sustancial o energético y el ritmo hacia atrás, o ritmo relajado o de parque. Vimos como seguir la secuencia correcta y cuáles eran las energías claras que ahí se encontraban en todos los casos y como teniendo eso claro se podía buscar la libertad y saltarse el orden de los movimientos pero sin embargo seguir dentro del patrón. Realmente las 4 manos son un trabajo extremadamente avanzado y todo lo que se puede sacar ahí es increíble. Empiezan a salir cositas interesantes en la práctica pero según se vaya cociendo todo lo que estamos metiendo en el puchero va a salir un guisote espectacular.

Por la tarde, paseo por el pueblo para buscar una cuerda por si la sensación de desborde me supera, vuelta a casa, cena exquisita sólo superada por la comida de hoy y en la búsqueda de a quien se le ocurría el deporte más aburrido de ver (snooker en una televisión en blanco y negro fue la ganadora seguida de tiro con arco desde la grada y justo detrás el curling) Simón trató de explicarnos las reglas del critet. Toda una hazaña.


Mañana más.

martes, 13 de enero de 2009

Cuaderno de Bitácora. Día 1 del intensivo de Yang Tradicional


Aunque ayer tuvimos una reunión de grupo en al que hablamos sobre cómo se desarrollarían las clases y pude conocer a los compañeros que no conocía todavía, el curso ha empezado oficialmente hoy y para eso, dado que estamos en tierra de santeros, la experiencia ha sido inaugurada pidiendo la bendición a los dioses para que todo vaya rodado. Ha sido una experiencia cuando menos, curiosa aunque me gustaría saber que me dirían los profesores de los colegios religiosos en los que me eduqué (algunos, podríamos decir que talibanes del cristianismo) al verme haciendo ritos paganos usando la cruz con un simbolismo completamente diferente, pero que se le va a hacer, les conquistamos, les convertimos pero se ve muy claro que en la tierra todavía queda poso de lo que había.

Los horarios que seguiremos (9:00 – 12:00 y 15:00 a 17:00… siempre terminando más tarde, que ya nos conocemos) aunque en un principio parecen escasos, la acumulación de trabajo a lo largo de los 40 días de curso sugiere que se haga de esta manera. Además el curso sigue fuera de horas de clase con los entrenamientos que tenemos pensado seguir. Así que supongo que terminaremos hastiados de taichí, pero para eso hemos venido. Después de la bendición he aprovechado para coger (bueno, aquí debería decir agarrar) mis armas (sable, espada y lanza) y probarlas un poquito con Ed mientras que la gente charlaba y se centraba. A continuación hemos pasado la mañana que para empezar bien se ha alargado casi una hora viendo la apertura de la forma de 108 ¡¡¡tres horas en un solo movimiento!!! ¡¡¡Y es un movimiento preparatorio!!! Es inconcebible la cantidad de materia que hay ahí dentro y se aprecia sobre todo con todas las referencias a materiales que ya van sonando conocidos sobre las familias de movimientos que vimos recientemente.

La tarde (que también se pasó casi una hora de más de lo programado…) la íbamos a dedicar a 4 manos, pero por supuesto no llegamos a hacer un círculo completo, ni siquiera un cuarto de círculo. Sam aproximó el aprendizaje desde la recepción del empuje (peng) en el lado cerrado, es decir, esa parte de las 4 manos de donde queremos salir cuanto antes porque vemos que nos espachurran, y como hacer que esa técnica sea, no sólo un punto débil, sino una de las partes más golosas desde donde sacar aplicaciones. He estado a punto de suicidarme dos o tres veces y he visto la luz otras tantas. Viendo lo que he visto no sé si voy a tener suficiente espacio en el cerebro como para incorporar tanta y tan profunda información.

Después del entrenamiento, charleta, cervezas y vuelta para la casa donde la chica que nos atiende (como a reyes, he de decirlo) nos había preparado un arroz con mole exquisito. Más charleta y a trabajar, revisar notas, atender la web y escribir en el blog y a la cama, que mañana se presenta largo.

¡Hasta mañana!