martes, 29 de julio de 2008

Krónica de una Dormida Anunciada

Todo empezó el Viernes 25 Julio de 2008 a las 7:10h en el metro de Acacias esta gran aventura, ya que no soy capaz de catalogarla de otra forma. Se trataba de un viaje relativamente fácil, consistía en ir a Huesca y descender un par de barrancos, pero lo que los dos ignorábamos era lo que allí nos íbamos a encontrar y lo que nos iba a pasar. Así pues nos pusimos en camino hacia aquellas tierras de naturaleza en una zona apartada de la civilización. El viaje de ida nos llevo 6h con dos paradas solo, ya que no llevábamos niños ni animales de compañía para tener que detenernos mucho mas. En el viaje de ida nos echamos unas risas de como nos esperábamos el descenso y sinceramente aunque el descenso por el que íbamos a empezar no era de nivel alto tampoco era de nivel bajo. Con toda esta situación empezamos a hacer ciertos chascarrillos de los cuales al final uno se iba a cumplir, no se si por gafe o por ser unos cabezones. Llegamos al camping a las 13h y decidimos montar la tienda ya que en la recepción de camping nos dijeron que hasta las 17 no abrían el chiringuito para alquilar los neoprenos.

Decidimos comer, por lo que nos acercamos a un pueblo, por llamarlo de alguna forma, ya que era una carretera con 4 casas a ambos lados de esta. La comida era de lo mas normal, me recordó a Madrid 12€ sin IVA (se olvido decirnos el camarero que era sin iva) y el menú estaba compuesto de pasta o ensalada de primero y lomo o trucha de segundo, un poco excesivo del precio por eso lo del recuerdo a Madrid. Terminamos de comer y nos dispusimos a preparar el equipo para realizar el descenso. El equipo consistía además de los alquilado en un móvil, 4 galletas y documentación, no llevábamos ni agua, ni comida ni ropa seca... ni nada de nada, ni siquiera una simple linterna, como quien dice llevábamos menos de lo justo.

Una vez preparado el escaso equipo nos dirigimos a por los neoprenos y cual es nuestra sorpresa que no abrían hasta las 17:30 por lo que teníamos que esperar. Alquilamos un traje de neopreno, un casco y un línea de vida por si las moscas, que nunca esta de mas exagerar en seguridad. El descenso por el que íbamos a empezar se llama Cueva de Cabrito de 3,5h de descenso, así lo hicimos, después de ir hasta el mojón de la carretera 8 al lado de una encina enorme, estaba el inicio del barranco. Llegamos al comienzo del barranco a las 18:30h y cual fue nuestra sorpresa que había demasiada maleza, ya que se podría haber usado el machete para abrirnos un poco de paso sin ningún problema. En unos minutos después de empezar, aunque eso si, mucho después de lo que esperábamos nos encontramos en el primer rapel y sentí mi primer subidón de adrenalina con un rapel bastante corto de unos 4 metros de altura, lo pasamos sin ningun problema hasta que recogimos la cuerda. La cuerda se engancho en la vía y por un momento temimos que tuviésemos que cortar la cuerda para poder seguir, si la hubiéramos cortado nos encontrábamos con el primer problema serio ya que no llevábamos mechero para evitar que se deshiciera la cuerda y teníamos que seguir adelante ya que remontar los 4 metros de rapel habría sido imposible. Todo se soluciono con un poco de fuerza bruta y con ello conseguimos que el primer chascarrillo y con ello el primer augurio no se completara.

Una vez realizado un par de rapels de esa altura te quitas el miedo y los realizas casi con los ojo cerrados. Eso si poniendo los pies bien y despacito para no tener ningún susto inesperado con la roca húmeda y bastante lisa por la acción de erosión del río.
En el barranco no había demasiada agua por lo que tendríamos que realizarlo casi andando y no nadando como pensamos (o por lo menos en algunos tramos, sobre todo el remontar el río a la salida del barranco).

Tiramos para delante y no encontramos con el primer impedimento, menos mal que se acordó mi colega de que había un rapel doble, que si llegamos a quitar la cuerda si que habría sido muy jodido, ya que no podíamos ir ni para delante ni para detrás. Superamos este pequeño impedimento. Transcurrió mucho tiempo cuando nos encontramos con el segundo problemilla, teníamos que realizar un rapel de unos 10 metros pero la dificultad era que teníamos que realizar una aproximación a vía en horizontal, en una grieta de poco mas de 2 metros de ancho. Para resolver este pequeño obstáculo tendríamos que realizar un acercamiento por oposición, y cual fue mi sorpresa, que no tenia ni idea de como era eso y nunca lo había realizado. Es una técnica que consiste en poner los pies el un lado y apoyarte con la espalda en el otro, por lo que como se diría, te quedas sentado, pero suspendido en el aire. Este obstáculo también se realizó correctamente después de quitarse el miedo inicial ya que la prespectiba era bastante impresionante, de echo algún otro escalador debió tener algún problema con ese rapel porque nos encontramos una trozo de cuerda enganchada a una piedra con un puño de mono en el extremo.

Seguimos descendiendo a veces por unos estrechísimas grietas donde no cabíamos y nos teníamos que quitar la mochila para poder pasar y aun así haciendo un poco de contorsionismo lo cual daba bastante claustrofobia, pero con el único pensamiento de salir del barranco ya que otra cosa no se podía realizar. Después de estar un buen rato sin ver otra cosa a los lados que piedra, se ensancho bastante el barranco y notamos la luz del sol y la brisa rozando nuestras caras. Seguimos avanzando a un buen paso ya la luz se estaba terminado y no sabíamos con seguridad lo que nos quedaba para terminar. Por esta circustáncia y como siempre se dice, las prisas son malas consejeras recogimos en una de estas veces la cuerda de cualquier forma y después de decir a mi compi que parásemos que estaba mal la cuerda y que corría el riesgo de tropezar, el augurio se cumplió y se tropezó. Se pego tal golpe que paramos para que se recuperara, cual fue nuestra sorpresa de saber que teníamos botiquín.. pero en el mejor sitio que podía estar, en el campig. Menos mal que solo fue una contusión por que temíamos que al enfriarse la rodilla tuviera algún problema serio y fiera el resto del descenso cojeando.

Así pues después de recuperarse seguimos descendiendo y cada vez con menos luz, no costaba mucho encontrar el centro de la cuerda para recoger bien la cuerda. Hasta que llegamos aun punto donde no veíamos nada mas de que oscuridad, por lo que teníamos que parar y decidir que hacer. Las opciones no eran muchas, intentar remontar el último rapel y contar con una vía de escape que me pareció ver al descender o dormir en el barranco. Al final después de intentar remontar el ultimo rapel nos dimos por vencidos y decimos dormir en el barranco, eran las 22:30h y estaba bastante oscuro, en este se cumplió el augurio de que dormiríamos en el barranco . Estábamos mas preocupados por nuestros familiares que por nosotros mismos, de la preocupación estábamos provocado por una cabezonería. Probamos con el móvil pero a 20 metros de profundidad era improbable tener cobertura, por lo que esperamos que las 6h de la mañana llegaran pronto para poder salir y lo primero llamar a nuestras familias. La preocupación aumentó al recordar que hablamos con la mujer de mi compi y le dijimos que si en 6h no habíamos llamado, llamara ella a Protección Civil para que nos rescataran, menos mal que ni llamo y nos hizo poco caso. Nos dispusimos a dormir en el barranco, en un lugar seco aunque con una gran humedad en el ambiente y un ligero olor a agua estancada y como era de esperar nuestra cama seria la piedra del barranco, no demasiado grande y estaba bastante inclinada como para tener cuidado de no caerte. Nos encontramos con unos vecinos de lo mas simpáticos, aunque no teníamos muchas ganas de tonterías. Era un ratoncillo de campo que se acercó a nosotros para tener un poco de calor. Parece ser que por la noche como no ven estos ratoncillos se caen por el barranco y tienen todas las de morir, de hambre o ahogados. Mi compi lo intento meter en un bote para sacarlo del barranco, se le escapo y por un poco estuvo apunto de caerse por salvar al dichoso ratoncillo. Intentamos dormir pero la temperatura bajó y nosotros con los trajes de neopreno húmedos, teníamos demasiado frío y cada vez que uno tiritaba el otro lo hacia solo por el hecho de estar tan pegados, ya que intentábamos darnos calor. Recuerdo que teníamos en el bidón estanco un paquete de pañuelos de papel y decidimos secarnos un poco los pies por el riesgo de no poder salir con tanta humedad en ellos, decidimos que era lo mejor y racionalimos los pañuelos. Nos los secamos como pudimos ya que era bastante complicado realizar esto en casi la mas absoluta oscuridad, digo casi porque no ayudábamos de la poca luz que daba el móvil. Resultó ser una buena idea ya que notamos bastante mejoría en cuanto al frío y a la sensación de humedad. Al final yo pude dar alguna cabezacita a cortos intervalos pero mi compi no pudo dormir. Sobre la 6h de la mañana había relativa luz para continuar, el único problema es el frío que teníamos en el cuerpo y lo agarrotados que estábamos de dormir en piedra y con una postura muy forzada. Propongo esperar un poco para estirarnos bien y coger un poco de calor porque después de esta odisea lo único que nos faltaba es tener una contractura y liarla un poco mas. Recogemos la cuerda, ejercicio que nos sirvió para calentar un poco y decidimos continuar.

Por fin vemos la barrera que teníamos el otro día por falta de luz y es un pequeño salto a una poza, nos reunimos y continuamos. Bajamos un rapel y nos encontramos con el rapel final y con la Cueva del Cabrito. Este ultimo rapel es el mas largo y mas complicado casi de todos los que nos hemos encontrado. Tenemos que bajar este rapel de lado los primeros metros desde una roca bastante resbaladiza, pero lo conseguimos y salimos al río, por fin vemos la preciada luz del sol y algo mas que no sea roca alrededor nuestro.

Tan solo nos queda el remontar el río y llegar hasta el coche, pero esto también es una odisea ya que vamos campo a través hasta que cogemos el sendero, bastante decente que tendríamos que haber encontrado mucho antes. Después de una caminata de 1,5h mas o menos nos recorremos los 8km que nos separa del coche. Realizamos las llamadas pertinentes en un descanso que realizamos. La vista desde donde estamos es espléndida, nos encontramos en la cresta de barranco encontrándonos a un lado con un barranco y al otro lado otro barranco, este es un sitio ideal para realizar una buena foto.

Llegamos por fin al coche, nos cambiamos un poco y regresamos al camping donde nos esperaba, agua, duchas y comida, por este estricto orden lo hicimos.

La pena de todo esto es no tener fotos para que se queden de recuerdo de esta inolvidable experiencia de la que puedo asegurar con total certeza que nunca se nos olvidara y que estamos deseando volver a realizar otro descenso a pesar de todo lo acontecido. Es una experiencia en la que nos hemos hecho mas hombres.

miércoles, 23 de julio de 2008

Como seguir entrenando durante el verano

Ya llegan las vacaciones del verano. El programa de entrenamiento para no perder la forma lo teneis a continuación. Cualquier pregunta no dudeis en formularla. Si a alguien le falta material, yo se lo puedo facilitar.